Mayor igualdad de género en las nanociencias
El problema es a menudo que muchas mujeres que emprenden una carrera científica la abandonan poco tiempo después, y que muy pocas reciben cargos directivos en disciplinas científicas. Un grupo de once experimentadas científicas dedicadas a las nanociencias y procedentes de nueve países europeos decidieron hacer algo al respecto. Así, trabaron una asociación dedicada a resolver estos problemas por medio de un proyecto financiado con fondos europeos denominado Womaninnano («Refuerzo del papel de las científicas en nanociencias»). La finalidad del proyecto era dar con formas de apoyar y animar a mujeres a estudiar y trabajar en los difíciles campos de los nanomateriales y la nanotecnología. En la primera etapa de Womaninnano, el equipo del proyecto analizó la situación particular de las mujeres empleadas en las nanociencias, y definió y examinó sus competencias a todos los niveles. El estudio sacó a relucir que, al parecer, las diferencias entre los sistemas científicos de cada país influían poco en las oportunidades profesionales de las mujeres, máxime en comparación con otros factores como los valores culturales. La segunda etapa se dedicó a una campaña publicitaria con la que se pretendía proyectar una imagen más atractiva de las carreras científicas sobre todo para las jóvenes, así como mostrar las nanociencias fuera del laboratorio, en el ámbito público. Womaninnano celebró eventos públicos, visitas a laboratorios, talleres de ámbito regional y otras actividades por medio de las cuales se transmitió a escolares de distintas edades la idea de que estudiar y trabajar en nanociencias puede resultar muy divertido. La tercera etapa consistió en comunicarse con responsables de investigación, política e industria de distintos niveles para resolver factores de desigualdad entre los sexos en la ciencia. Hubo un debate en torno a mejores prácticas en las políticas de empleo y se destacó la aportación de las mujeres a la ciencia, todo lo cual fomentó el reconocimiento de la valía de las científicas en el conjunto de la comunidad científica y reforzó su capacidad de trabajo en red. Womaninnano consiguió elevar el estatus de la mujer en el seno de la comunidad científica de la UE y también en la opinión pública. La desigualdad entre los sexos constituye un grave obstáculo, no sólo en lo referente a los recursos humanos y su repercusión en el desarrollo de las nanociencias, sino también para el conjunto de la sociedad europea.
