Poniendo límites a las fracturas por tensión en materiales compuestos
Los materiales compuestos son aquellos formados a partir de dos o más materiales. Por ejemplo, la fibra de vidrio es un material compuesto de fibras de vidrio con plástico, mientras que el hormigón es un material compuesto de grava y cemento. Por lo general, mediante estas combinaciones se obtienen estructuras más fuertes y ligeras que se comprimen fácilmente sin romperse. Los materiales compuestos se usan ampliamente en el sector aeroespacial y en estructuras de ingeniería civil y mecánica que exigen un funcionamiento muy fiable y a largo plazo. El proyecto RICM («Fiabilidad de las interfaces en materiales compuestos») se llevó a cabo para caracterizar a fondo los procesos y los parámetros técnicos implicados en el inicio de fracturas en interfaces entre materiales, la propagación de las fracturas y el fallo eventual del funcionamiento de la estructura. En primer lugar, los investigadores definieron nuevos parámetros de fractura para usarlos tanto en la recogida de datos experimentales como en el desarrollo de modelos numéricos. A continuación, usaron una combinación de herramientas analíticas, numéricas y experimentales para caracterizar mejor los procesos de fractura. Los socios del proyecto desarrollaron nuevos métodos para determinar los campos de tensión y el comportamiento de los materiales. También definieron nuevos parámetros para expresar la fiabilidad de los materiales y evaluaron los mecanismos de generación de daños en vigas de materiales compuestos. Los resultados del proyecto RICM proporcionaron información nueva sobre los procesos y las características de las fracturas en las interfaces en materiales compuestos avanzados. Esta información debería servir para mejorar la fiabilidad y la durabilidad de las estructuras que se fabrican en los campos de la ingeniería civil y mecánica y, por consiguiente, aumentar la seguridad.