Un poco de aire fresco en interiores
Los intercambiadores de calor de punto de rocío transfieren calor mediante la evaporación de agua (cuando ésta cambia de estado líquido a vapor). En comparación con los sistemas convencionales de aire acondicionado, estos intercambiadores aumentan la capacidad de refrigeración y son respetuosos con el medio ambiente. El proyecto DEW-COOL («Investigación de un intercambiador de calor y de masa de punto de rocío refrigerador para acondicionamiento del aire en inmuebles en Europa»), financiado por la Unión Europea, pretendía aumentar la eficiencia de los sistemas actuales de punto de rocío. El objetivo del proyecto era desarrollar un nuevo intercambiador de calor y masa de punto de rocío para usarlo en un nuevo acondicionador de aire. La investigación se llevó a cabo en tres etapas. La primera fue la optimización del diseño del intercambiador y, a continuación, la construcción y los ensayos de los prototipos en el laboratorio. Finalmente, los miembros del proyecto realizaron un análisis de la aceptación económica, ambiental y regional del uso de la refrigeración evaporativa de punto de rocío en Europa. Todas las tareas se completaron con éxito. Se determinó que el material más adecuado sería una lámina delgada de metal conductor térmico. La geometría, las dimensiones y otros parámetros de funcionamiento del intercambiador se optimizaron mediante simulaciones por ordenador. A partir de estos resultados se diseñaron y se construyeron en el laboratorio prototipos de intercambiador de calor de punto de rocío y de la unidad de aire acondicionado asociada. Los ensayos siguientes dieron como resultado el diseño de un sistema de aire acondicionado apto para comercializar. Los estudios de análisis concluyeron que el nuevo sistema es adecuado para la mayoría de zonas de la Unión Europea. En comparación con un sistema convencional de refrigeración, el sistema de punto de rocío presenta un potencial mayor de ahorro en el consumo de energía. Teniendo en cuenta que se podría usar, potencialmente, en 5 millones de m2 de espacio construido en Europa, la reducción estimada de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en toda la zona sería de alrededor de 30 000 toneladas al año.