Un material pegadizo
La exposición prolongada a numerosos solventes orgánicos con base de carbono, como puede ocurrir en el puesto de trabajo, ha sido asociada con el cáncer, problemas reproductivos y daños en el sistema nervioso. Las recientes restricciones medioambientales y sanitarias sobre las emisiones de solventes orgánicos han conducido al desarrollo de PSA de base acuosa (wb-PSA), en los que partículas poliméricas de tamaño nanométrico son dispersadas en una solución acuosa. Dado que los wb-PSA tienden a presentar una capacidad adhesiva limitada en general y a su también limitada capacidad para adherirse a determinados sustratos, el proyecto Nshape («Diseño de heterogeneidades nanométricas para controlar el comportamiento de adhesivos acuosos sensibles a la presión») se desarrolló para sintetizar partículas con heterogeneidades nanométricas que mejoraran las propiedades adhesivas de los wb-PSA. Los científicos se centraron en el látex, un material bien conocido formado por la dispersión estable de partículas poliméricas en un medio acuoso. Sintetizaron y caracterizaron diversas variedades de látex, seleccionando las más prometedoras para su desarrollo ulterior. A continuación, optimizaron el empleo de la microscopía de fuerza atómica (AFM) para visualizar la morfología del látex a escala nanométrica y desarrollar directrices para la mejora de la síntesis del látex y la formación de películas adhesivas. Después definieron métodos de clasificación y estándares de rendimiento, incluyendo parámetros clave para el control del proceso de ensayo. El proyecto Nshape produjo tres prototipos de látex sb-PSA y los empleó como revestimiento en un estudio piloto para determinar el potencial de comercialización. Uno de ellos resultó ser especialmente prometedor para su aplicación en contenedores químicos y el etiquetado de barriles, con un mayor rendimiento y un coste menor que el de los materiales convencionales. En resumen, el proyecto dio lugar a nuevos materiales de revestimiento basados en emulsiones acuosas en lugar de solventes orgánicos, en cumplimiento de las nuevas regulaciones sanitarias y medioambientales. Además, los materiales demostraron una mejora de la capacidad adhesiva a un coste menor. Por ello, la explotación comercial de los resultados del proyecto debería generar importantes beneficios sanitarios para trabajadores y usuarios finales, además de tener un impacto positivo sobre la economía europea y la protección del medio ambiente. En definitiva, una situación de la que todos salen ganando.