Ordenadores personales ecológicos de principio a fin
El suministro de productos respetuosos con el medio ambiente se ha convertido en una cuestión importante tanto para quienes definen las políticas como para los consumidores, lo cual ha dado lugar a que crezca el interés comercial entre los productores. El objetivo del proyecto EPIC-ICT fue definir indicadores de rendimiento medioambiental para productos relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) capaces de satisfacer a los fabricantes, los legisladores y las organizaciones no gubernamentales (ONG) ambientalistas, entre otros. Los investigadores tomaron el ordenador personal (PC) como modelo para permitir la definición de propiedades del producto, como la frecuencia de reloj, el tipo de tarjeta gráfica y el consumo energético, a fin de diseñar ecológicamente una categoría de productos y, a continuación, optimizar los distintos productos del grupo. El método empleado consistía en identificar en primer lugar las funciones deseadas en un PC según las necesidades de los clientes y, después, crear componentes electrónicos específicos para suplir dichas necesidades. Un componente esencial del método fue la evaluación del ciclo de vida (LCA), un proceso que se utiliza para evaluar el impacto medioambiental de un producto desde la obtención de las materias primas necesarias para fabricarlo hasta que se desecha o se recicla. Así pues, la LCA se utilizó para evaluar el rendimiento medioambiental y volver a evaluar las funciones y los componentes relacionados a fin de minimizar el impacto medioambiental. Este proceso dio como resultado la identificación de los parámetros de diseño ecológicos para el grupo de productos constituido por los PC. Así pues, el proyecto EPIC-ICT desarrolló un método flexible y sistemático para abordar varios problemas medioambientales vinculados a los PC. El método se basa en la LCA y la definición de indicadores de rendimiento medioambiental y podría servir para mejorar la fabricación sostenible de PC. Además, la aplicación de esta metodología a otras categorías de productos podría extender de forma notable su efecto sobre la fabricación sostenible en la Unión Europea.