Conversión de neumáticos viejos en superficies nuevas
Los neumáticos viejos se reciclan para fabrican alfombras de absorción de impactos, pero los elevados costes y los peligrosos productos químicos implicados han obligado a buscar una solución mejor para su reciclaje. El proyecto Impact-USS («Nuevo proceso de fabricación con valor añadido para producir superficies seguras a partir de neumáticos de automóviles»), financiado por la Unión Europea, abordó este problema. El proyecto trabajó en el desarrollo de una solución más sencilla y segura premezclada que pudiera ayudar a transformar los neumáticos en superficies de caucho aptas para caminar sobre ellas, como las utilizadas en gimnasios y otras instalaciones deportivas. Se pretendía obtener una superficie protectora fácil de producir y distribuir en el mercado, además de ser útil para aplicaciones de bricolaje. Pensando en la calidad y en que fuera asequible, el equipo del proyecto desarrolló una superficie con una fricción muy elevada (es decir, muy segura). El objetivo era un coste final del producto de 20 euros por metro cuadrado para una superficie con un grosor de 25 mm, un precio inferior a la mitad del precio de los productos existentes. Fue necesario investigar a fondo la química del poliuretano para desarrollar un producto que minimizara los riesgos y proporcionara las propiedades deseadas. Los socios del proyecto investigaron diferentes opciones y materiales como dispersiones de poliuretano (DPU) acuosas. Hacia el final del proyecto, los socios consiguieron probar un prototipo fácil de preparar y que solo requería una noche para fraguar, incluso para una sección con un grosor de 100 mm. El producto resultante era muy resistente al deslizamiento y al desgaste, y estaba dentro del rango de coste planeado. De esta forma, Impact-USS consiguió de forma admirable desarrollar un sistema para producir un material de protección para superficies, de una pieza y premezclado, con un formato adecuado para constructores generales y para el mercado del bricolaje.