Utilizar los depósitos fluviales para capturar dióxido de carbono Una iniciativa europea ha esclarecido los factores que influyen en la formación de los depósitos de inundación de los ríos que sirven como reservorios de dióxido de carbono (CO2). Los resultados podrían ayudar a reducir las emisiones de CO2 con evidentes beneficios ambientales. Cambio climático y medio ambiente © Thinkstock Las márgenes oceánicas dominadas por los ríos (RIOMAR) son responsables de aproximadamente la mitad del carbono intercambiado entre la tierra y el mar. Pero a pesar de su función como lugares de enterramiento a largo plazo de materia orgánica (MO), se sabe muy poco sobre los factores que controlan la captura de carbono en los deltas subacuáticos de los ríos. En concreto, falta información relativa a la contribución de fenómenos de perturbación como las inundaciones. Los socios del proyecto financiado por la Unión Europea Somflood se propuso tratar esta cuestión analizando la composición de la MO en los sedimentos del Río Po (Italia). El objetivo principal del proyecto era estudiar los efectos de determinados fenómenos físicos fundamentales en los procesos responsables del ciclo y el destino final de la MO en los depósitos aluviales debidos a inundaciones. Los investigadores realizaron una serie de análisis para probar la composición y las propiedades físicas de los materiales en los canales afluentes. Para ello recogieron muestras a lo largo de los mismos y, contrariamente a la hipótesis que se habían planteado inicialmente, descubrieron que la MO mantenía su composición, independientemente de la morfología del prodelta y de la descarga fluvial. No obstante, es necesario seguir investigando para aclarar el papel de las grandes inundaciones en la transferencia de material desde tierra adentro hacia el sistema costero. El estudio Somflood facilitó información muy valiosa sobre la influencia de la arquitectura interna de los sistemas prodeltaicos en el intercambio de carbono entre la tierra y el océano. Este conocimiento ayudará a aprovechar los sedimentos fluviales para capturar y almacenar CO2 atmosférico.
