Mayor visibilidad de las sociedades subculturales
La sociedad moderna está compuesta por muchos subgrupos a modo de microcosmos que generan un todo. Por esta razón, y para conocer mejor la sociedad, es necesario realizar un examen de las subculturas que coexisten en ella. Esto es precisamente lo que logró el proyecto financiado con fondos europeos SAL gracias a su investigación de las sociedades postsoviéticas. Medio siglo de gobierno comunista sirvió para diferenciar a los países comunistas de los europeos occidentales en términos de patrimonio cultural. Esta es la primera investigación que se realiza sobre este tema. El proyecto se ocupó de averiguar la manera en la que se forman, se organizan y se disuelven dichos grupos. Los grupos subculturales se definieron en función de su estilo de vida de acuerdo a, por ejemplo, gustos musicales, origen étnico y religión. La investigación, de tres años de duración, incluyó más de treinta grupos subculturales de diez países y dio lugar a un archivo electrónico con el que los investigadores pudieron comunicarse con efectividad. Los datos recabados fueron sonoros, visuales y audiovisuales así como entrevistas y encuestas. En el estudio se incluyeron grupos de muy distinto tamaño y se puso de manifiesto que los más pequeños resultaban más sencillos de estudiar en lo relativo a su periodo de existencia. Además, no debe subestimarse la influencia de las ideas y los valores de los grupos más pequeños en la sociedad. De hecho, son los aportes personales lo que da impulso a la formación de grupos, tal y como confirmó el proyecto SAL. La investigación concluyó que la conexión entre distintos grupos y entre estos y la sociedad que los acoge es heterogénea y es fruto de la orientación de la identidad, el sexo la cultura y los valores de los individuos. Los datos recabados son útiles para aumentar la democratización en países integrados recientemente en la Unión Europea.