Reportaje - Estonia, un ejemplo de colaboración en red y de innovación
Estonia, un país enormemente avanzado en lo que respecta a las comunicaciones en red, donde las transacciones bancarias y el pago del aparcamiento a través de teléfonos móviles son lo habitual, fue el primer estado en celebrar elecciones generales con validez jurídica a través de Internet en 2005, una iniciativa que han seguido repitiendo con éxito desde entonces. No es de sorprender pues que el sector de la seguridad en Internet en Estonia sea uno de los más avanzados de Europa gracias, en parte, a una «Liga para la defensa cibernética» respaldada por la administración pública que cuenta con 150 miembros y a ser la sede del Centro de Excelencia para la Cooperación en Defensa Cibernética (CCDCOE) de la OTAN. No obstante, los desarrolladores estonios trabajan también en otras muchas áreas: el software que contienen programas como Skype y la aplicación de intercambio de archivos Kazaa fue desarrollado por estonios, pero esto es solo una pequeña muestra de las innovaciones que produce esta nación donde residen 1,34 millones de personas. En la actualidad, los investigadores estonios están compartiendo su experiencia y sus competencias. Por ejemplo, en el marco del proyecto iRegions (1) financiado con fondos comunitarios, la Agencia Báltica de Innovación de Tartu, Estonia, lleva tiempo colaborando con socios de Alemania y Suecia para crear los denominados «laboratorios vivientes», donde reproducir condiciones favorables reales para el desarrollo y la implantación de nuevas tecnologías para Internet y dispositivos móviles. La finalidad de los laboratorios, ubicados en el Parque Científico de Tartu, Estonia, en el CyberForum de Alemania y en la Ciudad de la Ciencia de Kista, Suecia, es impulsar la innovación a través de asociaciones público-privadas, reuniendo a empresas, agencias públicas, universidades, institutos y ciudadanos con el fin de estimular la creación, el desarrollo de prototipos y realización de pruebas de los nuevos servicios, productos y sistemas en situaciones reales. Estos laboratorios, financiados por organismos públicos y empresas privadas, albergan iniciativas que van desde programas de formación para jóvenes investigadores hasta la implantación de infraestructuras de investigación esenciales para diferentes tecnologías, y desde el desarrollo de aplicaciones de «Vida cotidiana asistida por el entorno» y redes de transporte inteligentes hasta el «cloud computing» o informática en la nube. Estos ecosistemas de innovación, como también se les conoce, deberían conducir a largo plazo a la aparición de nuevos modelos y mercados empresariales con posibles e importantes beneficios sociales y económicos. Un proyecto con una envergadura similar, sobre todo a nivel regional, es BaltiGrid-II (2), donde equipos multidisciplinares procedentes de trece instituciones de siete países han colaborado para establecer una infraestructura de «grid» fiable e interoperable en la región del Báltico y áreas de Europa oriental, incluida Bielorrusia. En este proyecto, en el que participó el Instituto Nacional de Fisioquímica y Biofísica de Estonia, se logró implantar tecnologías que actualmente permiten a los investigadores aprovechar la potencia de procesamiento distribuida del «grid computing» para trabajar en campos tan diversos como nanociencia, ingeniería, minería de datos, bioinformática e investigación medioambiental. Como ejemplo de lo que los investigadores pueden hacer con estos recursos de «grid computing» en red, el Instituto de Matemáticas e Informática de la Universidad de Letonia está utilizando el sistema LatvianGrid y su vínculo a BalticGrid para comparar estructuras de proteínas usando el sistema de Pareado de Estructuras Secundarias Evolutivas (Evolutionary Secondary Structures Matching, ESSM). El «grid computing» permite a los investigadores efectuar comparaciones en formato «todos contra todos» de bases de datos completas de proteínas (como CATH, donde el número de comparaciones por pares es de varios miles de millones) para explorar la evolución de las estructuras de las proteínas. Otro ejemplo es NWChem, una solución de química computacional diseñada para ejecutarse en superordenadores paralelos de alto rendimiento y en clústeres de terminales de trabajo. Este software usa BalticGrid para desarrollar modelos de informática cuántica, nanoinformática e informática mesoscópica. Sin embargo, para que las nuevas tecnologías de «grid» y de Internet puedan materializar su potencial, se necesitan redes más rápidas y de más capacidad. Esta es una cuestión que los investigadores estonios están abordando en el marco del proyecto Accordance (3). Esta iniciativa paneuropea, en la que participa un equipo de la empresa Euprocom, con sede en Tallin, está desarrollando una red óptica de capacidad ultra-alta que es capaz de alcanzar velocidades de transferencia de datos de hasta 100 gigabits por segundo (gbps). Su enfoque, basado en una novedosa aplicación óptica de una tecnología de multiplexación, denominada «acceso múltiple por división de frecuencia ortogonal», promete aumentar la velocidad y el alcance de la red, ampliando así los servicios de alta velocidad a una extensa gama de comunidades de usuarios, y todo ello a un coste relativamente bajo. El equipo de Accordance considera que la arquitectura propuesta cambiará la forma de prestar servicios de conexión de banda ultra-ancha de bajo coste a los usuarios finales, al posibilitar la ampliación de las oportunidades comerciales con nuevas clases de aplicaciones y la integración de servicios de nueva generación. Cómo los estonios amplían los beneficios de las TIC Los investigadores estonios también están ayudando a que diversos sectores se beneficien de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Por ejemplo, el sector de la construcción se ha mostrado casi siempre lento a la hora de aprovechar el potencial de las TIC para mejorar la productividad y la eficiencia. Esta circunstancia, sin embargo, podría cambiar gracias a un proyecto coordinado por el Instituto Estonio de Innovación. El proyecto Mobi3Con (4), dedicado a ayudar a las PYME del sector de la construcción a mejorar su competitividad y rendimiento, ha proporcionado a los usuarios finales un sistema móvil de bajo coste para la gestión de los datos en las obras. Por medio de un dispositivo móvil de pantalla táctil provisto de un sistema de posicionamiento de alta precisión, los usuarios pueden acceder a información en tiempo real acerca de los diseños y las características de construcción que antes solo se encontraba disponible sin conexión en las bases de datos de las empresas de construcción; ahora pueden visualizarla sobre el terreno en 3D. El acceso total a distancia a los planos detallados del proyecto que se guardan en las bases de datos de las empresas de construcción permite a los responsables del proyecto consultar diagramas y especificaciones de componentes concretos o de edificios enteros y compararlos con la situación real de la obra, lo que reduce el riesgo de errores y permite una resolución rápida y eficiente de los problemas. Los gráficos de realidad virtual y 3D también permiten que los trabajadores examinen y visualicen los edificios durante todas las etapas de la construcción. Los cálculos del proyecto muestran que esta tecnología podría ahorrar 6 200 millones de euros anuales y reducir la cantidad de cambios en el diseño durante la construcción, que las PYME valoran en 2 800 millones de euros. Otro proyecto, en el que participa la empresa estonia Epler & Lorenz, promete obtener una reducción de costes y un incremento de la productividad similares para el sector manufacturero, o quizá sería más exacto decir el sector remanufacturero. La iniciativa Premanus (5) está desarrollando tecnología innovadora capaz de proporcionar información acerca del ciclo de vida de diferentes productos, como durante cuánto tiempo se ha utilizado o si es necesario sustituir algunos componentes. Posteriormente, se puede utilizar esta información de manera eficiente para remanufacturar productos, desde coches hasta electrodomésticos de cocina y teléfonos móviles, al término de su vida útil, devolviéndolos básicamente a un estado de funcionamiento «como nuevo» y reduciendo la necesidad de fabricar nuevos productos. El resultado es una menor cantidad de residuos y una reducción notable del uso de recursos, con lo que se contribuye a proteger el medio ambiente y se podría generar un importante ahorro de costes para los consumidores. Los investigadores estonios también utilizan las TIC de una forma innovadora en otros campos. Por ejemplo, en el proyecto Dreaming (6), un equipo del Hospital Central de Tallin se encuentra realizando pruebas con una plataforma, eInclusion, diseñada para ayudar a personas mayores a vivir de forma independiente en sus propios hogares, a vivir con salud y seguridad y a mantenerse en contacto con amigos y familiares. Este sistema de bajo coste incorpora sensores y alarmas de salud y ambientales conectados a un centro de asistencia, así como tecnología de comunicaciones, como videoconferencia por TV. En caso de accidente o de cambio repentino de los signos de salud, el centro de asistencia podría avisar automáticamente a los servicios de urgencias, o bien un usuario podría comunicarse con su médico por videoconferencia si no se siente bien, evitando así un posible desplazamiento al hospital. En la iniciativa Intelleo (7), investigadores de la Universidad de Tallin y de Eesti Opetajate Liit, junto con otros colaboradores europeos, están desarrollando un nuevo paradigma para las actividades en colaboración de aprendizaje y desarrollo de conocimientos entre organizaciones. El nombre del proyecto proviene del inglés «Intelligent Learning Extended Organisation» (Organización ampliada de aprendizaje inteligente) y su finalidad es utilizar las TIC para respaldar la creación de comunidades de aprendizaje formales e informales en diferentes culturas de organización, desde la industria a la investigación, pasando por el ámbito académico. Y en el proyecto Filose (8), coordinado por la Universidad Tecnológica de Tallin, los investigadores han utilizado las nuevas tecnologías para obtener un mayor conocimiento del movimiento de los peces y de su percepción del entorno. Están utilizando dicha información para desarrollar novedosos robots inspirados en la biología de los peces para el estudio y la monitorización de entornos marinos. El equipo del proyecto afirma que su investigación se traducirá en la creación de robots submarinos menos complejos, más eficientes y silenciosos que tendrán una autonomía, maniobrabilidad y adaptabilidad a los cambios ambientales mayores de las que se podría conseguir con la tecnología actual. Los robots marinos ya se utilizan para la cartografía submarina o para el control de los vertidos de petróleo, y al mejorar el conocimiento de la locomoción de los peces, el equipo del proyecto podría continuar perfeccionando estas aplicaciones. --- Los proyectos mencionados en el presente artículo contaron con fondos del Séptimo Programa Marco (7PM) de investigación de la Unión Europea. (1) «Tecnologías de Internet y dispositivos móviles para las regiones de la economía en red» (iRegions) (2) «Segunda fase de BalticGrid» (BalticGrid-II) (3) «Una red de cobre-óptica-radio convergida con acceso basado en OFDMA de alta capacidad y flexibilidad» (Accordance) (4) «Desarrollo de una solución de recopilación, procesamiento y difusión de conjuntos de datos 3D para dispositivos móviles para las PYME del sector de la construcción» (Mobi3Con) (5) «Sistema de servicio de remanufactura de productos» (Premanus) (6) «Gestión y control de alarmas para personas mayores» (Dreaming) (7) «Organización ampliada de aprendizaje inteligente» (Intelleo) (8) «Locomoción y percepción ícticas artificiales» (Filose) Enlaces útiles: - 7PM en CORDIS - iRegions en CORDIS - BalticGrid-II en CORDIS - Accordance en CORDIS - Mobi3Con en CORDIS - Premanus en CORDIS - Dreaming en EUROPA - Intelleo en CORDIS - Filose en CORDIS