El florecer de los proyectos agroalimentarios en Europa Central
Muchos países de Europa Central, como por ejemplo Estonia, Hungría, Letonia, Polonia y Eslovaquia, poseen una experiencia científica enorme en el cultivo de flores y frutas. Su conocimiento abarca la biotecnología, la sostenibilidad medioambiental, la protección de las plantas, la polinización, el procesamiento de frutas y la apicultura tradicional, pero la falta de financiación impide aprovechar al máximo el potencial de estos sectores. El proyecto financiado con fondos europeos CEAF («Estímulo a la participación del sector agroalimentario en el 6PM») impulsó la colaboración entre centros de investigación de la región dedicados a la calidad y la seguridad de los alimentos. En concreto ayudó a que varios agentes clave descubriesen las posibilidades de apoyo de las que podrían beneficiarse y remitiesen propuestas de participación en proyectos financiados con fondos europeos. Para lograrlo, el proyecto se basó en la experiencia de Estados miembros de la UE más antiguos, amplió el Espacio Europeo de Investigación (EEI) e incluyó las regiones de Europa Central en estos sectores. Organizó talleres en nuevos Estados miembros de la UE y fomentó el intercambio de mejores prácticas y la transferencia de conocimientos. CEAF también asistió en la creación de redes de excelencia dedicadas a la calidad y la seguridad de los alimentos y en el descubrimiento de fortalezas, debilidades y necesidades de las empresas de los Estados miembros a estudio. Otras iniciativas encabezadas por el proyecto incluyeron el apoyo a empresas para que participasen en proyectos financiados con fondos europeos y crearan consorcios de proyectos, dieran con socios y conociesen mejor los aspectos relacionados con los derechos de propiedad intelectual. CEAF también contribuyó a crear una herramienta en Internet en la que se registran ideas para que las partes interesadas puedan remitir manifestaciones de interés en unirse a proyectos. Por último, el proyecto preparó un catálogo y una base de datos en un CD que contenía información sobre científicos y pequeñas y medianas empresas (PYME) con potencial de asociación en el sector agroalimentario. La base de datos se amplió para incluir otros países como Francia, Alemania, Israel y Ucrania y así fomentar más asociaciones europeas en las que participasen entidades de las regiones de Europa Central. Este paso fue muy acertado de cara a fomentar los proyectos financiados con fondos europeos en este sector, tanto en el Sexto Programa Marco (6PM) como en el Séptimo Programa Marco (7PM).