Procesamiento «ecológico» de polímeros para aplicaciones médicas
Los polímeros son compuestos formados por subunidades repetidas (monómeros) vinculadas entre sí. Están presentes en la naturaleza, por ejemplo en la celulosa de la pared celular vegetal que aporta fibra a la dieta. También se sintetizan en laboratorios y fábricas para numerosas aplicaciones, incluidos los plásticos que se emplean para envasar alimentos y bebidas. Un grupo de investigadores europeos quiso desarrollar polímeros biodegradables y bioabsorbibles con alta consistencia y calidad para aplicaciones médicas utilizando dióxido de carbono supercrítico (CO2) durante el procesamiento. El CO2 supercrítico es un solvente (compuesto que disuelve a otro compuesto) «ecológico» común en aplicaciones de polímeros que además mejora el proceso en sí mediante distintas interacciones químicas. La financiación de la Unión Europea para el proyecto Protec permitió a los investigadores desarrollar tecnologías de control de procesos avanzadas que se pudiesen integrar con sencillez en otras tecnologías ya existentes para fabricar polímeros como el moldeado por inyección o la extrusión. Estas técnicas implican calentar el material y fundirlo a medida que pasa por un tornillo giratorio que lo inyecta en un molde o lo extrusiona a través de una horma. El primer método se asemeja más al proceso de cocinar un bizcocho, mientras que el segundo es más similar a la fabricación de espaguetis. Los investigadores se ocuparon de determinar las relaciones fundamentales entre los parámetros de procesamiento y las propiedades de las piezas obtenidas e hicieron hincapié en alcanzar un control y una fiabilidad exquisitos. Para la definición de los parámetros de proceso se prestó especial atención al perfil de biodegradación y al estudio de los efectos de la esterilización sobre las propiedades de los materiales. El demostrador final consistió en una varilla biodegradable destinada a la fijación de fracturas óseas que se sometió a distintas pruebas para evaluar los efectos de la esterilización, su biocompatibilidad y el nivel de biodegradación. El proyecto Protec desarrolló con éxito una tecnología de procesamiento de polímeros «ecológica» adecuada para el sector de la tecnología médica. Este proceso es compatible con las técnicas actuales y da lugar a mejores productos con costes menores.
