Impulso conjunto Unión Europea-Rusia a los satélites para aviación
Los sistemas de navegación global por satélite (GNSS) han aportado al sector de la aviación una multitud de aplicaciones nuevas y apasionantes de alta tecnología que hacen que la vida de los ciudadanos europeos sea más cómoda, en especial mediante el sistema de navegación Galileo de la Unión Europea, que entrará en servicio próximamente. La Federación de Rusia está construyendo su propio sistema de navegación, llamado Glonass. Se prevé que Glonass utilice el mismo plan de modulación que GPS y Galileo para facilitar la interoperabilidad de los receptores futuros. En este contexto, y a través del proyecto financiado con fondos europeos «Galileo-Glonass advanced receiver integration» (Gagarin), se diseñó un receptor para aplicaciones aeronáuticas que se espera racionalice notablemente la aviación. Gracias a una colaboración industrial intensa entre organizaciones líderes del sector en Europa y Rusia, el proyecto trabajó diligentemente con proveedores de antenas y receptores a fin de diseñar un nuevo receptor más potente. Las sinergias deberían permitir a los agentes interesados del sector de la aviación ruso adoptar la misma tecnología que Europa, lo cual contribuiría a la estandarización de las soluciones de GNSS. También abrirían las puertas a una posible cooperación industrial entre la Unión Europea y Rusia a múltiples niveles. El proyecto estudió las cuestiones normativas, políticas, técnicas y de mercado en relación con el uso de receptores GNSS para aviación civil en Rusia. Propuso soluciones innovadoras para actualizar lo que se conoce como receptor de doble constelación a un receptor de triple constelación. Para esta tarea fue necesario desarrollar algoritmos de software avanzados, nuevos diseños de antenas y nuevas tecnologías que se probaron en un prototipo de receptor a fin de demostrar su viabilidad técnica, lo cual dio lugar al primer simulador de señal de radiofrecuencia para triple constelación. Aunque es necesario seguir trabajando para alentar el desarrollo de estándares comunes Galileo-Glonass, el progreso realizado hasta el momento ha abierto la puerta a la construcción de un receptor multiconstelación viable para aplicaciones en aviación civil. Aprovechando esta tecnología a fondo, el tráfico aéreo se podría gestionar mucho mejor y con mayor seguridad, y además se contribuiría a reducir las emisiones. También presenta otras ventajas como la mejora de los procedimientos de aterrizaje con poca visibilidad, una mayor capacidad de tráfico en los aeropuertos, la mejora de las operaciones paralelas a la pista y una navegación superficial más sencilla, todo lo cual anuncia la llegada de una nueva era para la aeronavegación.
