Los mecanismos de las bacterias superinfecciosas, al descubierto
La aparición de cepas del «supervirus» C. difficile resistentes a los antibióticos origina graves problemas sanitarios en toda Europa. La identificación de los genes responsables de la infección y el avance de la enfermedad permitiría desarrollar pruebas diagnósticas y tratamientos más eficaces contra C. difficile. El equipo del proyecto HYPERDIFF (The physiological basis of hypervirulence in Clostridium difficile: a prerequisite for effective infection control) investigó los factores fisiológicos que se encuentran al origen de la hipervirulencia de C. difficile. El propósito fue formular medidas más eficaces para controlar y tratar esta enfermedad. La estrategia consistió en inactivar determinados genes que codifican para proteínas implicadas en la patogenia de la enfermedad empleando la muy novedosa tecnología ClosTron de generación de versiones mutantes, desarrollada por una de las universidades integrantes del consorcio para estudiar los genes asociados a la virulencia. Las bacterias patógenas generan varias toxinas, de las cuales las toxinas A (enterotoxina) y B (citotoxina) son las mejor caracterizadas. Los científicos demostraron que la presencia de la toxina A era suficiente para inducir la enfermedad, lo que pone de manifiesto la importancia de que las pautas terapéuticas contemplen ambas toxinas. Asimismo, descubrieron que las proteínas de adhesión favorecían la hipervirulencia de C. difficile, presumiblemente ofreciendo cierta ventaja ecológica a esta bacteria para colonizar el tracto gastrointestinal. El equipo de HYPERDIFF recabó pruebas irrefutables de que, al contrario de lo que se suele pensar, las cepas hipervirulentas son más prolíficas en lo que respecta a la formación de esporas y demostró que la mayoría de los elementos genéticos móviles de C. difficile son transferibles, lo que permite a las cepas receptoras provocar la enfermedad. El análisis de una base de datos de cepas de C. difficile humanas y animales proporcionó datos novedosos que revelaron que las cepas procedentes de infecciones humanas extrahospitalarias eran más similares a las procedentes de mascotas y animales de granja que a las identificadas en hospitales. Ello indicaba que los animales actuaban como reservorios de virus que posteriormente infectarían a humanos, al menos en la Unión Europea. La identificación de los principales factores que intervienen en la virulencia y la colonización del tejido contribuirá al diseño de fármacos más eficaces y vacunas protectoras destinados al tratamiento y la prevención de brotes epidémicos.
Palabras clave
Hipervirulento, Clostridium difficile, HYPERDIFF, ClosTron, toxina A
