Los archivos astronómicos acogen las estrellas más frías
Las enanas marrones son demasiado grandes para ser consideradas planetas. Por otro lado, no poseen material suficiente como para fusionar hidrógeno en sus núcleos y convertirse en estrellas. Estos objetos celestes, fríos, débiles y sin una fuente interna de energía despiertan el interés de los responsables de los observatorios de todo el mundo. Estudios del campo profundo en las bandas infrarroja y óptica han servido para descubrir una enorme cantidad de estos objetos extremadamente fríos. No obstante, para analizar los distintos corpus y registrar la parte baja del diagrama de Hertzsprung-Russell es necesario coordinar esfuerzos y entablar colaboraciones intensas. La financiación europea aportada al proyecto IPERCOOL (Interpretation and parameterization of extremely red cool dwarfs) permitió reunir en una red al Observatorio de Turín, el Centro de Investigación Astrofísica de la Universidad de Hertfordshire, el Observatorio Nacional de Brasil y el Observatorio Astronómico de Shanghái. Los socios del proyecto compartieron datos de campañas de observación con el objetivo de determinar la distancia de más de doscientos objetos descubiertos. Para caracterizar los sistemas de referencia que proporcionan los límites a aplicar a parámetros fundamentales tales como la masa, la edad y metalicidad fue preciso conocer las distancias. Además, los movimientos, los colores y los espectros reales de estos astros contribuyeron a que en IPERCOOL se aprovechasen estos corpus nuevos para ensayar modelos de atmósfera y registrar los procesos de formación de enanas marrones. Estas observaciones parametrizadas se recopilaron en una base de datos que aún sigue en desarrollo. IPERCOOL constituyó las colaboraciones necesarias para aprovechar la gran cantidad de observaciones disponibles y así ofrecer más datos sobre cuestiones astrofísicas aún sin resolver.
Palabras clave
Archivos astronómicos, enanas marrones, objetos celestes, enanas rojas frías, modelos atmosféricos