Itinerario para lograr una mejor respuesta a catástrofes
Cuando se producen grandes catástrofes, las consecuencias son traumáticas y de gran calado, tanto para los individuos afectados de manera inmediata, quienes pueden perder la vida o sus medios de sustento, como para regiones y países enteros, pudiendo necesitarse varios años para reconstruir su economía y poblaciones. La UE tiene el propósito de frenar la creciente vulnerabilidad ante las catástrofes reforzando sus capacidades de gestión de crisis. Para ello, debe ser capaz de responder de manera oportuna, coordinada y eficaz a las catástrofes a gran escala que se producen dentro y fuera de sus fronteras. El proyecto «Critical response in security and safety emergencies» (CRISYS) tenía el cometido de ofrecer conceptos, herramientas y un plan en forma de itinerario para el desarrollo y la demostración de un mejor sistema para proteger a la población, el medio ambiente y la economía, así como garantizar la rápida restauración de una calidad de vida razonable después de una situación de crisis. CRISYS desarrolló conceptos enfocados hacia la mejora de las capacidades de comunicaciones, conciencia situacional, apoyo a las decisiones, logística, búsqueda y rescate, atención médica y servicios básicos mediante la disponibilidad de mejores recursos, formación y tecnologías de la información. Uno de los objetivos fundamentales fue resaltar necesidades comunes y trabar mejores vínculos entre la administración local y nacional y los servicios de emergencia con el fin de hallar juntos soluciones innovadoras. Se consultó de manera extensa a las distintas instancias de usuarios para desarrollar el nuevo sistema, integrándose las capacidades existentes para incrementar la interoperabilidad en lugar de imponer una solución nueva uniforme. El modelo propuesto por CRISYS, centrado en el uso de datos e información, se aplicaría a tres situaciones operativas que presentaban distintos requisitos, marcos temporales y contextos geográficos y políticos. El itinerario de trabajo de CRISYS, una vez se aplique en la segunda fase de demostración, propiciará un cambio fundamental en la realización de las operaciones de emergencia y posibilitará un mejor aprovechamiento de las capacidades actuales de la UE para responder ante una fatalidad.
