Saneamiento sostenible para Europa
La mayoría de los enfoques europeos en materia de saneamiento se basan en métodos y sistemas de los siglos XIX y XX. Ahora algunos consideran que estos no son suficientemente sostenibles, en atención a los costes energéticos y el impacto ambiental. Sin embargo, no es sencillo sustituir los sistemas actuales, lo que apunta a una falta de innovación. De acuerdo con el proyecto financiado por la UE «Brokering environmentally sustainable sanitation for Europe» (BESSE), que se desarrolló entre junio de 2009 y mayo de 2012, esta innovación sería el resultado de sus esfuerzos a favor de la intermediación de conocimientos en el campo del saneamiento sostenible. En el transcurso de sus actividades, el equipo de BESSE persiguió dos objetivos principales: cerrar la brecha entre la ciencia, la formulación de políticas y la aplicación práctica y promover enfoques inter y transdisciplinarios que involucrasen ciencias y estudios sociales. BESSE trató de alcanzarlos a través de programas destinados a definir el actual estado de la técnica y las lagunas en el conocimiento y a esclarecer las opciones tecnológicas y los actores actualmente disponibles. El equipo del proyecto llevó a cabo una serie de estudios piloto para modelar bajo qué circunstancias la intermediación de conocimientos podría acelerar el ritmo de la innovación en el campo del saneamiento. BESSE efectuó experimentos a tal efecto en Bulgaria, Italia y Países Bajos. La localización en Italia era rural y las otras dos eran urbanas/industriales. Los socios del proyecto identificaron cuatro formas de resistencia a la innovación: inercia tecnológica, falta de implicación de la comunidad interesada, inmovilidad institucional y debilidad de la investigación. Los investigadores concluyeron que, en conjunto, estos factores suponen una «trampa» con vistas a la consecución del saneamiento sostenible. Posteriormente, BESSE comenzó una nueva fase de extracción de enseñanzas de estos experimentos que en última instancia conducirían a directrices políticas. Estas directrices se reunieron en un compendio y también se recogieron en un documento de síntesis que presenta los resultados del proyecto sobre la intermediación de conocimientos. Las veintiséis recomendaciones resultantes se dirigen a diversos actores, incluyendo empresas de aguas, organizaciones civiles, investigadores y responsables políticos. Estas fueron resumidas por BESSE, cuyos socios también redactaron los resultados del proyecto en forma de listado de veinte «lecciones aprendidas». Los principales documentos entregados durante el proyecto se recopilaron en un libro de recursos de BESSE publicado en el sitio web del proyecto. La información del proyecto también fue divulgada a través de diversas iniciativas de sensibilización.
