La comisaria pide explicaciones por la hipocresía que rodea a los transgénicos
Tras año y medio en la mesa de trabajo, parece que la propuesta de modificación de la directiva del Consejo sobre la liberación intencional de organismos modificados genéticamente va a seguir por algún tiempo dónde está según se desprende del Consejo de Medio Ambiente recientemente celebrado los días 24 y 25 de junio. Pese al acuerdo político alcanzado por mayoría del Consejo sobre una posición común relativa a la propuesta de modificación, se abstuvieron Francia, Irlanda e Italia, encabezando Francia el llamamiento a una moratoria sobre la aprobación de los productos transgénicos. Esta circunstancia causó cierta confusión ya que la Comisión se encuentra actualmente estudiando los expedientes remitidos por dichos países en los que se solicita la aprobación de la liberación de dichos productos. En un intento de disolver esta contradicción de términos políticos entre retórica y actuación, la comisaria de Medio Ambiente, Ritt Bjerregaard, acaba de transmitir a los citados Estados miembros una carta en la que les pregunta si llevan la intención de retirar sus solicitudes de aprobación y los invita a especificar la actitud que se proponen adoptar respecto a notificaciones pendientes y futuras. Me interesa especialmente, señaló, saber si piensan consultar con los notificadores la retirada de la notificación y cuándo van a hacerlo. Los Estados miembros y la Comisión coinciden en la necesidad de que exista un marco más transparente y se restablezca la confianza de la opinión pública y de los mercados en los productos transgénicos. Sin embargo, la Comisión no considera que la solución pase por una suspensión general de las autorizaciones sobre organismos modificados genéticamente. Al contrario, defiende la opción de una modificación de la directiva que extreme los reglamentos de etiquetado y rastreabilidad, y devuelva a los Estados miembros competencias decisorias en materia de productos transgénicos. Por otra parte, Francia se mostró, en el Consejo de Medio Ambiente, especialmente preocupada por el etiquetado de los organismos modificados genéticamente. A este respecto, la comisaria Bjerregaard solicita a los Estados miembros que faciliten a la Comisión toda la información de que dispongan sobre sus posiciones y las modificaciones cuya incorporación propugnen en la directiva comunitaria existente sobre etiquetado de productos transgénicos. La próxima reunión ordinaria del Consejo de Medio Ambiente se celebrará el 12 de octubre de 1999.