¿Son los sistemas inmunológicos cada vez más vagos?
Se suele aconsejar a los padres primerizos que mantengan el ambiente en el que se mueve el bebé libre de bacterias mediante la esterilización de biberones y chupetes y también lavándose las manos con frecuencia. Muchos de los jabones y toallas antibacterianos se comercializan pensando en los niños, los padres y los cuidadores. Además, la mayoría de los niños recibe vacunas contra graves enfermedades bacterianas antes de cumplir los tres años. Ahora, el estudio DIABIMMUNE, financiado por la UE con seis millones de euros por medio del Séptimo Programa Marco (7PM), se plantea si en realidad no estaremos debilitando el sistema inmunológico de nuestros niños al eliminar las bacterias. DIABIMMUNE reúne a socios de Estonia, Finlandia, Alemania, Países Bajos y Rusia. Juntos, los socios de la investigación estudiarán los casos de 7.000 niños de Finlandia, Estonia y Karelia, en el noroeste de Rusia. El estudio hará un seguimiento a más de 300 niños en cada país desde su nacimiento hasta que cumplan tres años. Además, la investigación seguirá a 2.000 niños desde su tercer hasta su quinto cumpleaños. «Ya hemos estudiado con anterioridad fenómenos autoinmunes y respuestas alérgicas en niños finlandeses y rusos de Karelia. Ahora estudiaremos a niños de entre uno y cinco años para obtener información nueva sobre la maduración del sistema inmunológico y su interacción con el medio ambiente», explicó el profesor Mikael Knip de la Universidad de Helsinki, coordinador del proyecto. Estudios anteriores descubrieron que los niños finlandeses son seis veces más susceptibles a padecer diabetes de tipo 1 y tienen una tasa cinco veces mayor de enfermedad celiaca (una enfermedad autoinmune del intestino delgado) que los niños rusos. A pesar de esta prevalencia, ambas nacionalidades tienen la misma cantidad de variantes de genes de antígenos leucocitarios humanos (HLA), que predisponen a las enfermedades autoinmunes. «Las diferencias en la frecuencia de enfermedades autoinmunes y respuestas alérgicas entre Finlandia y la Karelia rusa no pueden tener base genética. Un mejor nivel de vida y el estilo de vida correspondiente parecen ser las causas que fomentan las enfermedades autoinmunes y las respuestas alérgicas», señaló el profesor Knip. El proyecto DIABIMMUNE se centrará, por ejemplo, en el desarrollo de la flora bacteriana intestinal tras el nacimiento y en el efecto que tiene el entorno en la composición de la misma. La investigación también estudiará el efecto que tienen las infecciones en la maduración del sistema inmunológico y el funcionamiento de los glóbulos blancos que regulan las respuestas inmunológicas. Además, los investigadores examinarán si la protección que aportan las infecciones contra respuestas autoinmunes y alérgicas está asociada con la carga infecciosa total o se debe a microbios concretos. El proyecto intentará evaluar el impacto de la nutrición de los niños en la maduración del sistema inmunitario, la flora bacteriana intestinal y la prevalencia de enfermedades. A pesar de que pasarán varios años antes de que termine el estudio, se espera que los resultados arrojen una luz muy necesaria sobre la enfermedad celiaca y otros trastornos autoinmunes y alergias.