Alternativa a los sacrificios para luchar contra la fiebre aftosa
Ésta se aleja de las prácticas tradicionales para controlar esta enfermedad, consistentes en sacrificios a gran escala de ganado y que conllevaban pérdidas millonarias para las zonas rurales. La Comisión Europea abordó los problemas planteados por tales prácticas y modificó su política de control de la FA a fin de facilitar la vacunación de emergencia. Las vacunaciones debían ir acompañadas de pruebas de detección de anticuerpos contra las proteínas no estructurales (NSP) para descartar cualquier infección residual. En el marco de «FMD_Improcon» se estudió la idoneidad de las pruebas basadas en las NSP para diferenciar los animales vacunados de los infectados y de este modo contribuir a la instauración de la nueva política. La importancia de validar este tipo de pruebas, tanto nuevas como ya utilizadas, radica en el hecho de que la política comunitaria de control de la FA se sustenta precisamente en la existencia de instrumentos diagnósticos adecuados. El equipo de investigadores se centró en las vacunas marcadoras como método de protección a largo plazo contra el virus de la FA, ya que permiten diferenciar a los animales infectados de los vacunados y por ende determinar cuáles han contraído la infección y precisan tratamiento. Asimismo, los científicos estudiaron cómo mejorar la selección de cepas para la preparación de la vacuna y aportaron nuevos datos sobre el sistema inmunológico, concretamente sobre las respuestas del sistema inmune mucoso y la acción sobre las células dendríticas de las vacunas contra la FA. Los positivos resultados del proyecto «FMD_Improcon» han proporcionado estrategias alternativas para combatir los brotes de FA sin recurrir a los sacrificios masivos de ganado y alejar el temor de los ganaderos a tener que sacrificar a todo el rebaño si alguno de sus animales se infecta con el virus.