European Commission logo
español español
CORDIS - Resultados de investigaciones de la UE
CORDIS

Article Category

Noticias
Contenido archivado el 2023-03-07

Article available in the following languages:

Mayor producción de trigo por menos

Una investigación financiada con fondos comunitarios ha logrado generar crecimiento vegetal a partir de rizobacterias específicas y, de este modo, mejorar el rendimiento de las variedades de trigo más productivas del Reino Unido. Para la agricultura moderna este logro permitir...

Una investigación financiada con fondos comunitarios ha logrado generar crecimiento vegetal a partir de rizobacterias específicas y, de este modo, mejorar el rendimiento de las variedades de trigo más productivas del Reino Unido. Para la agricultura moderna este logro permitirá un menor empleo de sustancias químicas fertilizantes y ofrecerá probablemente cultivos de mayor calidad. El proyecto RHIBAC («Rizobacterias para una menor utilización de fertilizantes en el cultivo del trigo») recibió 2 millones de euros de financiación por medio del área temática «Calidad y seguridad de los alimentos» del Sexto Programa Marco (6PM) de la UE. La investigación realizada durante los cuatro años que duró el estudio ha demostrado que la inoculación de los cultivos de trigo del hemisferio norte con rizobacterias podría evitar la aplicación de 50 kilogramos por hectárea de fertilizantes a base de nitrógeno, que es la práctica habitual al cultivar trigo. El director de RHIBAC, el profesor Nicolaus von Wirén de la Universidad de Hohenheim (Alemania), explicó que hace más de treinta años que se estudia la aplicación de rizobacterias promotoras del crecimiento (PGPR) en cultivos como el trigo y el maíz, pero con un reducido grado de éxito y reproductibilidad. El profesor añadió que los descubrimientos realizados por su equipo podrían suponer un avance formidable en este campo, si bien antes se deberán validar en una serie de condiciones y entornos para calcular hasta qué punto se pueden lograr ahorros comerciales con este método. «Estamos orgullosos de los progresos realizados en los últimos cuatro años, dedicados a hacer realidad en Europa el gran potencial que ofrecen las PGPR a los agricultores. En concreto, ahora comprendemos en mayor profundidad cómo funcionan estos valiosos microbios del suelo y cuál es la mejor forma de utilizarlos en los sistemas de producción modernos», señaló. La mayor parte del trabajo pionero realizado por RHIBAC se ha desarrollado en los campos experimentales de Wiltshire, en el suroeste de Inglaterra (Reino Unido). En la granja se plantaron cuatro variedades de trigo -Robigus, Viscount, Alchemy, Oakley- con distintas cantidades de fertilizantes a base de nitrógeno y cuatro cepas de RHIBAC incorporadas con la semilla durante la siembra. De media, las cuatro variedades produjeron más de 0,70 toneladas/hectárea (es decir, un aumento del 6%) en dos pruebas realizadas por separado en las que usaron rizobacterias dentro de un programa de fertilización normal. Al comparar estos resultados con los de la plantación de control, fertilizada sólo con nitrógeno, los investigadores descubrieron que la inoculación bacteriana había ahorrado entre 50 y 100 kilogramos de nitrógeno por hectárea. «Estos resultados son muy prometedores para el conjunto del proyecto», explicó el Sr. Colin Lloyd, de Masstock Arable Research (Reino Unido), un socio del proyecto RHIBAC. «Si se asume que las cepas de RHIBAC pueden evitar la utilización de 50 kg N/ha, estaríamos ante un ahorro anual de 225.000 toneladas de nitrato de amonio sólo en los 1,85 millones de hectáreas de trigo invernal británico.» El Sr. Lloyd añadió que los investigadores de uno de los socios de RHIBAC, la Universidad Yeditepe (Turquía), apreciaron mejoras en la absorción de micronutrientes y en la producción de grano en unas pruebas paralelas. «No deja de ser interesante que hayamos obtenido resultados estadísticamente significativos desde que desplazamos el énfasis de las pruebas de bacterias con capacidades fijadoras de nitrógeno a otras que se sabe que ejercen una acción de disolución de fosfatos», añadió el Sr. Lloyd. «El hecho de haber registrado estas mejoras en un invierno que ha traído las temperaturas de suelo más bajas desde hace tiempo sugiere que nuestro clima templado frío también era favorable para los microbios.» El Sr. Lloyd concluyó que gracias a los descubrimientos se obtendrán ahorros en la producción, transporte y empleo de los cultivos que contribuirán a cumplir con los objetivos nacionales de reducción de gases de efecto invernadero.

Artículos conexos