Reducción del déficit en la financiación de infraestructura
El Comisario europeo encargado del transporte, Neil Kinnock, en una conferencia celebrada en Amsterdam el 31 de marzo de 1998, destacó las dos prioridades principales de la política comunitaria de transporte en relación con los países de Europa central y oriental que tienen previsto incorporarse a la UE dentro de unos años: - Establecimiento de una red de transportes coherente para una Unión ampliada; - Movilización de fondos financieros para crear esta red en un plazo aceptable. Las redes de transporte de la UE se basan en las directrices para las TEN adoptadas en 1996. Desde finales de 1995, la Comisión y los países solicitantes están trabajando en la Evaluación de las Necesidades de Infraestructura de Transporte (TINA), que tiene por objeto formular propuestas para la ampliación de estas directrices a los países solicitantes, y el Comisario confía en que para el verano de 1998 se haya redactado un boceto de proyecto y que las propuestas finales se hayan concluido en el verano de 1999. El período 2000-2006 será decisivo para la financiación de proyectos de redes transeuropeas de transporte (TEN). La Comisión ha presentado una revisión del presente reglamento financiero de las TEN, que duplicaría en la práctica el presupuesto para ese período, que pasaría a 5.000 millones de ecus, pero esto representará apenas el 7% de los gastos previstos sólo en los 14 proyectos prioritarios durante los años 2000-2006. El Sr. Kinnock mostró su satisfacción por la propuesta, en el marco del Programa 2000, de un nuevo instrumento financiero para las políticas estructurales previas a la adhesión, por un valor de una suma anual de 1.000 millones de ecus, que se dividirían a partes iguales entre infraestructura de transporte y medio ambiente. Sin embargo, subrayó que sería necesaria una fuerte financiación adicional de asociaciones públicas-privadas para la realización de proyectos importantes de infraestructura. Reconociendo las dudas que existen acerca de la viabilidad de tales planes en los países de Europa central y oriental, señaló cuatro puntos básicos: - Las asociaciones públicas-privadas (APP) solamente representarán una solución parcial; - La asociación es el aspecto fundamental y las APP no se deben considerar como una forma sutil de privatización, sino como una alianza genuina en la que cada parte desempeñe su propia función; - Las APP pueden reducir la necesidad de subvenciones, pero el sector público tendrá que seguir contribuyendo considerablemente; - Las APP no son una opción fácil, y habrá que seguir esforzándose para reducir al mínimo los problemas en el futuro; - El sector privado ha de desempeñar una función esencial en la mejora del diseño de los proyectos, a fin de satisfacer las necesidades de los clientes con el coste más bajo para el contribuyente.