Dictamen sobre bancos de tejidos humanos
El grupo consultivo europeo dedicado a cuestiones éticas en la ciencia y las nuevas tecnologías emitió hace poco su primer dictamen con respecto a "los bancos de tejidos humanos". Al grupo le preocupa la creciente utilización de tejidos humanos, sobre todo para injertos, y hace un llamamiento a la UE para que formule normas sobre la calidad y la seguridad de dicha utilización. El grupo se formó en diciembre de 1997, en reemplazo del anterior grupo de asesores sobre las implicaciones éticas de la biotecnología, que se había establecido en 1991. De acuerdo con el nuevo y más amplio cometido, el grupo puede emitir dictámenes a instancias de la Comisión, el Consejo o el Parlamento Europeo, así como por iniciativa propia. El dictamen relativo a los tejidos humanos fue adoptado por iniciativa propia y refleja la inquietud ante el enorme aumento en la utilización de tejidos humanos en la UE, no compensado por legislación que rija su obtención, tratamiento, almacenamiento y uso. En particular, al grupo la preocupa la verificación del origen de los tejidos que, dentro del marco del sistema actual, es dudosa. El grupo destaca que la seguridad es un imperativo ético y recomienda el establecimiento de normas de calidad y de seguridad comunitarias. Además, propone la creación de una estructura europea de protección sanitaria, en coordinación con la Agencia europea para la evaluación de productos medicinales. Junto con estas propuestas, el grupo pide que se introduzcan controles estrictos sobre las actividades de todos los bancos de tejidos, cuyo funcionamiento debería depender de la extensión de permisos en toda la UE. Esos bancos deberían, en particular, garantizar el origen de los tejidos, permitiendo la identificación del donante y la determinación de su estado de salud en caso de problemas. La ética de las donaciones debe protegerse, de acuerdo con el grupo, que se opone al principio de las donaciones pagas, si bien opina que se deberían reembolsar al donante todos los gastos incurridos en la donación. Tanto los donantes como los receptores de injertos deben permanecer en el anonimato, y tanto ellos como sus familias tienen derecho a la protección de su vida privada. En todos los casos, los donantes deben dar su consentimiento antes de cualquier tipo de donación, basándose en normas nacionales. Por último, el grupo pide que se realicen estudios periódicos, a nivel europeo, sobre los procedimientos detallados de la donación, el almacenamiento y la distribución de los tejidos. En esos estudios también se deberían examinar las condiciones para la importación de tejidos de países terceros. El grupo reclama una mayor transparencia en las actividades de los bancos de tejidos, a fin de garantizar una distribución equitativa de estos, a partir de criterios relacionados con la urgencia y la necesidad médica, vinculados a los objetivos europeos en el campo de la salud pública.