La Comisión propone la revisión del EMAS
La Comisión Europea adoptó recientemente una propuesta para la revisión del Plan de Gestión Ecológica y de Inspección (EMAS), establecido en 1993 con el fin de promover la reducción constante en el medio ambiente del efecto de las actividades industriales. Mediante este plan, las compañías se comprometen a incluir sus instalaciones industriales en un programa voluntario de evaluación y mejora de su rendimiento en relación con el medio ambiente y a suministrar información pertinente al público. La Comisión ha aprovechado la oportunidad ofrecida por la revisión del Reglamento de 1993 para obtener una aplicabilidad más amplia del instrumento y para aumentar la claridad de las prescripciones y la transferencia del plan EMAS. Uno de los principales cambios del sistema actual sería ampliar su radio de acción y aplicarlo fuera de la industria, lo cual implicaría la participación de sectores tales como el financiero, e incluso de la Comisión misma. Con el fin de facilitar el proceso, la propuesta además permitiría a las organizaciones valerse de la norma de gestión medioambiental internacional ISO 14001 a manera de elemento constitutivo para inscribirse en el EMAS. Esto de hecho significaría que las compañías u organizaciones que ya satisfacen las normas ISO solo necesitarían ocuparse de ciertos elementos complementarios para inscribirse en el EMAS. Con arreglo al reglamento propuesto la Comisión además tendría que elaborar una estrategia de información y fomento proyectada para aumentar la participación en el plan EMAS. Como parte de esta estrategia se adoptaría un nuevo logotipo que permitiría a quienes participen en el plan asegurarse de que el compromiso que adquieran en cuanto a un mejor rendimiento medioambiental sea más visible al público en general, el cual a su vez podría seguir tal rendimiento a través de un planteamiento más flexible de notificación. Otros importantes elementos de la propuesta incluyen el nuevo requisito de que las organizaciones que toman parte busquen la participación de sus empleados en la ejecución del plan. También se considera con carácter preferencial un aumento en la participación de PYME, dejando margen la propuesta para el desarrollo de un conjunto de herramientas para tal propósito. Incluirían, por ejemplo, medidas tales como pautas operacionales, orientación para quienes se ocupen de la verificación e iniciativas tales como una colaboración entre la cadena de suministro y sus clientes.