Los GCE colaboran en pos de una mejor Calidad de la Vida
Los investigadores que se dedican a las ciencias de la vida seguramente estarán a la expectativa del lanzamiento, próximamente, de la segunda ronda de convocatorias de propuestas de la Comisión Europea para el programa Calidad de la Vida y Gestión de los Recursos Vivos, uno de los componentes temáticos del V Programa Marco de IDT. La convocatoria abrirá nuevas áreas del programa de trabajo de Calidad de la Vida, una versión revisada que ha sido aprobada recientemente por el Comité del Programa. Las modificaciones tienen en cuenta sugerencias oficiales de varias fuentes, incluidos Estados miembros, servicios de la Comisión y Grupos Consultivos Externos. La Comisión Europea suele solicitar asesoramiento sobre las mejores formas de desarrollar y perfeccionar los diferentes componentes de los Programas Marco de la UE, como lo ha hecho con el VPM (ver NCR 13936, 13883, 13751 y 13763). Este año, sin embargo, ocurrió algo excepcional: durante la preparación de las enmiendas para el programa Calidad de la Vida, colaboraron cinco Grupos Consultivos Externos (GCE), a quienes se les había asignado la tarea de ofrecer recomendaciones consideradas, independientes y serias sobre las mejores formas de modificar (o no, según el caso) el programa. "Deseábamos garantizar que los cinco Grupos Consultivos Externos trabajaran de manera similar y que todos tuvieran el sentimiento de estar contribuyendo al mismo programa y no sólo a sus Acciones Clave específicas," plantea Mary Kavanagh, de la Dirección General de Investigación, quien está a cargo de la coordinación de las comunicaciones entre los diferentes GCE de Calidad de la Vida. El equipo con que ella trabaja en la Comisión reconoció que existen algunos elementos en común entre las diferentes Acciones Clave del programa de Calidad de la Vida (son seis acciones, más dos actividades genéricas), por ejemplo, entre la salud y el envejecimiento, la fabrica celular y la alimentación, la alimentación y la agricultura. Como resultado, todos los GCE de Calidad de la Vida tienen algunas áreas de interés común. Debido a demoras en la adopción del VPM el año pasado, los GCE tuvieron poco tiempo para examinar el Programa de Trabajo propuesto para 1999 antes de ofrecer su asesoramiento. Por ello, esta vez, como la Comisión sabía que la revisión del programa de trabajo estaba prevista para el otoño, determinó ayudar desde principios de año a los GCE con el fin de que se familiarizaran tanto como fuera posible con el tema y las tareas que se requeriría de ellos. Con el objeto de mantenerlos informados y propiciar un impulso inicial, la Comisión organizó una reunión en Bruselas para los presidentes y vicepresidentes de todos los GCE de Calidad de la Vida, el día antes de que el programa lanzara sus primeras convocatorias de propuestas en marzo. El objetivo de la Comisión era utilizar esta reunión para mantener bien informados a los expertos sobre el estado del programa y las cuestiones más generales pero importantes, tales como el estado de las negociaciones para la cooperación de IDT con los países de Europa Central y Oriental. A un nivel más elemental, la reunión facilitó que los presidentes y vicepresidentes se conocieran entre si. Esta reunión fue muy valiosa y los GCE tuvieron la oportunidad de solicitar a la Comisión la información que podría resultarles útil e identificaron áreas de interés común para todos los Grupos. Durante los meses de abril y mayo, los GCE se reunieron de manera individual e informaron a sus miembros los resultados de esa reunión inicial. También consideraron las principales cuestiones que esperaban que tuvieran alguna influencia sobre la naturaleza de sus recomendaciones relacionadas con el programa de trabajo y llegaron a la conclusión de que dichas cuestiones tendrían que ser, por un lado, los avances sociales o científicos importantes surgidos desde que se escribió el programa de trabajo y, por otro, la respuesta de la comunidad científica a las convocatorias de propuestas, que les ayudarían en la identificación de los posibles problemas y el esclarecimiento de cuáles áreas contaban o no con la cobertura adecuada. "Varios miembros de los grupos consultivos pensaron que, como ellos no eran expertos en todo, sería una buena idea celebrar talleres e invitar a otros expertos a que contribuyeran a sus reflexiones y les ayudaran a formular sus ideas," planteó Mary Kavanagh. Como resultado, tuvo lugar una serie de talleres sobre los siguientes temas: resistencia antibiótica, establecimiento de redes de los biovalles de Europa, organismos modificados genéticamente y envejecimiento. Algo muy interesante de estos talleres - en especial los de organismos modificados genéticamente y resistencia antibiótica - fue que contaron con la asistencia de miembros de varios GCE, quienes destacaron el interés común de los temas de gran parte del programa. Según Mary Kavanagh, "Cuando consideramos el asesoramiento que se ha dado, se ve claramente el reflejo de los debates que tuvieron lugar en el marco de estos talleres." Todos los GCE volvieron a reunirse a principios de septiembre, tan pronto como los resultados de las primeras convocatorias de propuestas estuvieron disponibles, y otra vez se vieron bajo presión de hacer recomendaciones al Comité del Programa en el mínimo tiempo posible, de manera que pudiera revisarse el programa de trabajo a tiempo para que fuera posible la publicación de la segunda convocatoria de propuestas, según lo previsto, en diciembre. "Ellos tienen que trabajar en circunstancias verdaderamente muy tensas, desde el punto de vista de que su análisis de las convocatorias anteriores tiene que hacerse muy rápido, de manera que la siguiente convocatoria pueda publicarse a tiempo. Antes del lanzamiento de una convocatoria, el Comité del Programa debe emitir una opinión positiva sobre el Programa de Trabajo y, para poder hacer esto, necesitan tiempo para estudiar las recomendaciones y el Programa de Trabajo revisado propuesto por la Comisión," afirmó Mary Kavanagh. El asesoramiento del GCE de Calidad de la Vida al plan de trabajo del año 2000 ya está disponible en línea. Sus consejos se tuvieron en cuenta tanto como fue posible en el programa de trabajo revisado que, según la Dirección General de Investigación, se publicará en los próximos días. A primera vista, estos cambios pueden parecer más drásticos de lo que realmente son, advierte Timothy Hall, Jefe de Unidad en el Comité de Calidad de la Vida y en la secretaría del Grupo Consultivo. Esto se debe a que la redacción se ha hecho más estricta, para mejorar la claridad de los textos. El Sr. Hall sugiere que "determinadas áreas están recibiendo atención como resultado del asesoramiento de los GCE y también a la luz, en algunos casos, de la gran acogida que tuvo la primera convocatoria." ¿Podría una iniciativa de este tipo adoptarse a mayor escala, de manera que los GCE de diferentes programas pudieran debatir acerca de las mejores vías de avance para las áreas con elementos comunes más cruciales, entre los subprogramas de los futuros Programas Marcos de IDT? Quizás, plantea Timothy Hall, pero sería más fácil posibilitarlo en el marco de cada programa individual. Alternativamente, propuso que el Foro Europeo de Investigación, donde se espera que los presidentes de los GCE sean miembros, podría ofrecer tal oportunidad. El programa de trabajo de Calidad de la Vida revisado también se ha beneficiado de la contribución de dos nuevos grupos informales de alto nivel que abarcan las actividades genéricas del programa. Hasta la fecha, estos grupos sólo se han reunido una vez, en septiembre de este año. Por consiguiente, como es lógico, la Comisión está muy satisfecha con estos resultados positivos y espera que la experiencia se repita. También le está muy agradecida a los miembros de los GCE y los grupos informales de alto nivel, así como a otros expertos que tomaron parte en los talleres (sin remuneración), por ofrecer su tiempo y conocimientos técnicos a esta actividad. Estos expertos toman muy en serio su trabajo y lo hacen bien, produciendo recomendaciones sólidas y bien estructuradas. Según Timothy Hall, "en noviembre del año pasado todo se hizo con mucha prisa. Nos hacía falta la aportación de los GCE con mucha rapidez, mientras que ellos necesitaban aprender a trabajar unos con otros. Después de los esfuerzos por extender su trabajo a lo largo de varios meses este año, los GCE pudieron, durante una reunión de un día de duración en septiembre, considerar sus Acciones Clave y ofrecer recomendaciones concretas que no necesitaban mucho más perfeccionamiento". Los GCE de Calidad de la Vida volverán a reunirse en la próxima primavera.