Interfaz de alta tecnología para invidentes
La sociedad no siempre ha hecho todo lo posible por garantizar la igualdad de oportunidades a las personas invidentes o con cierto grado de minusvalía visual, especialmente si tenemos en cuenta que la era de la información brinda multitud de posibilidades para facilitarles el acceso al conocimiento. Un dispositivo táctil y anaglíptico (similar a un panel lleno de clavijas) ofrece a las personas con discapacidad visual una excelente interfaz para utilizar un ordenador o leer información. Conjugando la tecnología foto-háptica, basada en el sentido del tacto, y un láser infrarrojo pueden desarrollarse innovadores equipos de interfaz para personas con deficiencias en la visión.Este era el objetivo del proyecto «Anaglyptic refreshable photo-haptic screen» (ANAGRAPHS), financiado con fondos europeos, cuyos responsables desarrollaron una pantalla anaglíptica o táctil que puede conectarse a un ordenador o utilizarse como libro electrónico para textos en Braille. El equipo diseñó un dispositivo capaz de mostrar caracteres en Braille y codificar distintos tipos de datos visuales, poniendo en manos de sus usuarios todo un mundo de información.Para desarrollar el prototipo fue necesario emplear microactuadores termohidráulicos que activan cada punto de Braille con un sistema por calor controlado mediante microprocesadores. El prototipo utilizaba ceras convencionales que pasaban de estado sólido a líquido, permitiendo crear una potente interfaz. Asimismo, fue necesario desarrollar un sofisticado software y los distintos componentes de la carcasa.Además de crear el prototipo, el consorcio desarrolló un modelo de costes según el cual este dispositivo ofrece una excelente relación coste-beneficio y podría ser competitivo en el mercado. A continuación el equipo evaluó el sistema en colaboración con la Universidad de York (Reino Unido) para comprobar su funcionalidad y rendimiento e identificar las necesidades del mercado, así como estudiar fórmulas para reducir aún más los costes.Este dispositivo, apodado ya el Santo Grial de las personas invidentes y con minusvalía visual que leen en Braille, podría marcar un antes y un después en su forma de interactuar con la información procedente del mundo exterior.
