Un cambio de la visión colectiva del ADN
Los investigadores responsables de la iniciativa DNA AND SOCIETY emprendieron su estudio con el convencimiento de que la población cree que los genes son responsables de multitud de aspectos del comportamiento humano. A esta perspectiva la denominaron «determinismo». Esta se remontaba al entusiasmo generado por el descubrimiento del ADN tanto entre la población general como en el seno de la comunidad científica.Para verificar su hipótesis, los investigadores analizaron dos fuentes de información: bibliografía científica relacionada con descubrimientos en el campo de la genética en el transcurso de los últimos seis decenios, y los periódicos Le Monde, The New York Times, The Times y The Sunday Times. En total, se estudiaron unos novecientos artículos repartidos entre tres períodos de tiempo: el primer semestre de 1990, el primer semestre de 2000 y el primer semestre de 2010. A su vez, los artículos se dividieron en dos grupos: «ciencia y cultura» y «costumbres y sociedad».Los artículos del primer grupo presentaron una perspectiva determinista decreciente con el paso del tiempo entre 2000 y 2010 (73 % frente a 49 %), mientras que los artículos del segundo grupo se mostraron cada vez más deterministas en el mismo periodo (62 % frente a 82 %).Partiendo de sus hallazgos, los investigadores concluyeron que la visión determinista ha provocado dos falacias: en primer lugar, muchos creen que existe un gen específico que condiciona cada característica de una manera predecible; en segundo lugar, también creen que la capacidad intelectual del cerebro, e incluso numerosos rasgos somáticos como el color de la piel y la complexión corporal, también son producto de los genes, al menos parcialmente.No obstante, lo cierto es que los descubrimientos realizados en los últimos tiempos han mostrado que los genes no ofrecen más que una explicación parcial. En realidad, en última instancia, el comportamiento humano está determinado y condicionado por la interacción entre la genética y el sistema nervioso.La solución para cambiar estas creencias erróneas tan extendidas pasa por realizar una comunicación efectiva. Es necesario concienciar a la opinión pública de que, por atractiva que resulte la hipótesis de que el ADN controla todo el comportamiento, es una hipótesis incorrecta. Por medio de herramientas narrativas metafóricas, podrán modificarse las percepciones de la opinión pública tanto en el aspecto racional como en el emocional. Es recomendable que los responsables políticos pongan en marcha este proceso mediante un mayor apoyo a nuevos canales de comunicación.