Skip to main content
European Commission logo
español español
CORDIS - Resultados de investigaciones de la UE
CORDIS
CORDIS Web 30th anniversary CORDIS Web 30th anniversary

Article Category

Contenido archivado el 2022-12-07

Article available in the following languages:

Un informe independiente reaviva el temor a la EEB

Un estudio llevado a cabo por científicos independientes sobre el riesgo de transmisión de la EEB (encefalopatía espongiforme bovina) y presentado a la Comisión Europea, ha llegado a la conclusión de que es probable de que acaben infectándose los países calificados oficialment...

Un estudio llevado a cabo por científicos independientes sobre el riesgo de transmisión de la EEB (encefalopatía espongiforme bovina) y presentado a la Comisión Europea, ha llegado a la conclusión de que es probable de que acaben infectándose los países calificados oficialmente de "libres de EEB", entre los que se encuentran Alemania, España e Italia. El estudio continúa afirmando que la infección "no puede excluirse" en otros seis países de la UE y en países extracomunitarios, como Canadá, EEUU y Australia. Para la elaboración del estudio se han tardado dos años y se han tenido en cuenta factores como las condiciones comerciales del ganado, la distribución de las harinas de carne y de hueso procedentes del Reino Unido, y los controles de las importaciones. En el estudio se examinan las posibles vías para controlar la transmisión de esta enfermedad en el mismo ganado y se deduce que hasta ahora sólo se ha llevado a cabo un control pasivo, el cual parece ser insuficiente. Por control pasivo se entiende aquél que realizan los ganaderos y demás trabajadores agrícolas para informar únicamente del ganado enfermo. El estudio concluye que este método sólo consigue detectar una tercera parte de los casos y aboga por el control "activo". Todos los Estados miembros de la Unión Europea estarán obligados a poner en marcha un control "activo" a partir de 2001, aunque esta obligación no se extiende a los países de fuera de la UE. Por último, el estudio señala que la prohibición, dictada por la Comisión Europea en 1994, de alimentar al ganado con piensos procedentes de otros rumiantes pudo haber sido insuficiente para prevenir la circulación de restos de ganado, factor de contaminación de la fabricación de piensos. También menciona que una presión insuficiente de preparación de los piensos podría aumentar el riesgo de propagación de la EEB.