Tejidos avanzados para recolectar y almacenar la energía eléctrica del Sol
Ya existen dispositivos fotovoltaicos rígidos en tejados y parques fotovoltaicos de todo el planeta. Ahora podrían emplearse tejidos flexibles que realicen esta misma labor en sitios ideales donde incida más el Sol y sea conveniente proyectar sombra. Con ese fin, los artífices del proyecto POWERWEAVE(se abrirá en una nueva ventana) (Development of textiles for electrical energy generation and storage), financiado con fondos europeos, desarrollaron novedosos materiales fibrosos con los que recolectar la luz solar y almacenar energía eléctrica. Esta tecnología combina fibras fotovoltaicas basadas en tecnología de celdas fotovoltaicas recubiertas con tintes fotosensibles y fibras con capacidad de almacenamiento energético recargable que se sirven de supercondensadores o baterías de película fina. Las fibras están tejidas o cosidas entre sí para conformar un tejido fotovoltaico. Los socios del proyecto desarrollaron y aplicaron métodos de hilado de fibras y recubrimiento para después integrar dos tipos de fibra en un tejido. Al carecer de fibras fotovoltaicas y de almacenaje estables para su conversión en tela, no pudieron cumplir por completo su objetivo inicial de lograr un suministro eléctrico remoto empleando un sistema que generase y almacenase energía. No obstante, esta tecnología basada en fibras presenta varias ventajas e innovaciones notables que la diferencian de las alternativas tradicionales de obtención y almacenaje de energía solar. Es adaptable, flexible y pesa mucho menos que las celdas y baterías solares convencionales. Además, es fácil de almacenar y transportar y no precisa instalación. Asimismo, esta tecnología permite tejer módulos de gran superficie y, gracias a su capacidad combinada de recolección y almacenaje de energía, permite producir materiales que sean 100 % generación o 100 % almacenaje, o bien materiales híbridos. La tecnología de POWERWEAVE será bien recibida en los mercados dedicados a las aplicaciones comerciales y de consumo. Además de los sectores previstos, esta tecnología podría tener aplicación en otros ámbitos como las explotaciones en invernaderos, la aeronáutica y la moda y en zonas en las que no exista acceso a la red eléctrica.