La Comisión impulsa una patente comunitaria
La Comisión Europea dará a conocer el próximo miércoles los planes referentes a una patente comunitaria que reducirá el coste de la protección de la propiedad intelectual en Europa. El nuevo sistema, que entrará en vigor a finales de 2001, ha sido diseñado para animar a las pequeñas y medianas empresas a que aprovechen los nuevos inventos, estimulando así la creación de puestos de trabajo. En la actualidad la Oficina Europea de Patentes (OEP) de Munich (Alemania) otorga patentes europeas, pero el proceso es caro y consiste esencialmente en un conjunto de patentes nacionales indicadas por el solicitante. Las patentes europeas cuestan 30.000 euros, importe tres o cuatro veces superior a lo que cuesta una patente en los EEUU o Japón. Un 39 por ciento del coste corresponde a la traducción. Como respuesta a las quejas de que el coste de una patente que abarque toda la UE es demasiado elevado, los dirigentes de la Unión acordaron en la cumbre de marzo en Lisboa que la implantación de un nuevo sistema más económico constituía una necesidad prioritaria. La nueva patente comunitaria permitirá ahorros sobre todo en los costes de traducción. Actualmente, para disfrutar de cobertura paneuropea, una patente debe traducirse a las 11 lenguas oficiales de la UE. Las propuestas que presentará la Comisión sólo exigirán que se traduzcan a las tres lenguas oficiales de la Oficina Europea de Patentes: alemán, francés e inglés. Las patentes nacionales continuarán existiendo y los inventores podrán elegir entre una u otra. La Comisión también propondrá que el Tribunal de Justicia Europeo apoye la nueva patente, haciéndose cargo de los contenciosos que actualmente se instan ante los tribunales nacionales, cuyos procedimientos varían en los distintos países de la UE. El Comisario de Mercado Interno, Frits Boldestein, expondrá el conjunto íntegro de las propuestas el miércoles 5 de julio ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo.