La cerámica se empleó por vez primera en labores de recolección estacional
Los recipientes cerámicos se han asociado siempre con el comienzo de la agricultura y los asentamientos permanentes. Nuevos hallazgos extraídos a partir de datos arqueológicos y moleculares de piezas cerámicas primigenias recogidos en el noroeste de Norteamérica ponen en entredicho esta asunción. Científicos del proyecto CERES investigaron el contexto social y económico de residuos cerámicos de los primeros usos de la alfarería para extraer conclusiones nuevas. Contemplaron distintas razones que justificaban el uso de la cerámica y compararon varias interpretaciones de su uso en múltiples regiones. Los depósitos orgánicos y los residuos de gas absorbido en los fragmentos de recipientes a estudio se analizaron para averiguar distintas facetas del empleo de la cerámica. En total se analizaron sesenta y cinco fragmentos útiles de un total de cuatrocientos. Las muestras extraídas en emplazamientos cercanos a la costa indican que estos recipientes se utilizaron para transportar alimentos, mientras que las extraídas tierra adentro precisaron varios tipos de análisis y mostraron residuos de emplazamientos tanto costeros como de interior de origen marino o de agua dulce. Sorprendentemente, los fragmentos de tierra adentro no mostraron indicios de contener plantas ni animales del entorno. Estos datos arqueológicos en conjunción con nuevos indicios moleculares dan pie a asumir que parte de los emplazamientos en los que se extrajo la cerámica acogieron importantes encuentros estacionales de gran tamaño. La popularidad de los recipientes cerámicos surgió de la necesidad de recolectar especies estacionales de agua dulce y salada. Momentos como la temporada de reproducción habrían fomentado la socialización de distintos grupos de población para cooperar en las labores de recolección. El proyecto amplió con sus conclusiones el conocimiento que se posee de la prehistoria norteamericana, abarcando un periodo muy anterior al de cualquier investigación norteamericana realizada hasta la fecha. CERES dio mayor difusión a los científicos europeos participantes, ofreció formación a estudiantes y amplió las colaboraciones entre investigadores europeos y norteamericanos. Además se han logrado avances importantes en otros temas antropológicos de mayor calado relacionados con la cultura y los artefactos y en los métodos fundamentales de análisis de residuos orgánicos. Los resultados del proyecto pueden tener utilidad en múltiples proyectos medioambientales en marcha, como los dedicados a evaluar la contaminación de los suelos o el impacto de la agricultura en la fertilidad de la tierra.