El Consejo insiste ante la Comisión para que se tengan en cuenta sus opiniones sobre medicamentos y salud pública
En vísperas de la próxima revisión de la legislación comunitaria sobre productos farmacéuticos, el Consejo ha dado a conocer sus conclusiones acerca de los debates realizados este mismo año sobre medicamentos y salud pública. En dichas conclusiones el Consejo subraya la necesidad permanente de regulación del sector farmacéutico para conciliar el suministro privado y los objetivos sociales. "Esta política tiene que garantizar el acceso más amplio posible a los medicamentos apropiados y responder a los retos de unos mercados farmacéuticos dinámicos", comenta el Consejo. Estos esfuerzos serán importantes para fomentar el empleo en este sector y ayudar a los Estados miembros a conseguir sus objetivos de salud pública y de política industrial. "Lo anterior resulta particularmente importante en el marco de la ampliación," añade. Además, el Consejo subraya la importancia de identificar los medicamentos con "un destacado valor terapéutico añadido" para fomentar la innovación. "[Esto] es vital no sólo desde el punto de vista de la protección de la salud, sino también desde el punto de vista de la política industrial, y que ello requiere una investigación de base y aplicada, tanto a escala nacional como comunitaria." Se mencionan en particular las estrategias contra la resistencia a los antibióticos. Con carácter general, el Consejo desea una mayor colaboración entre los Estados miembros para compartir experiencias y metodologías. Asimismo se destaca el desarrollo de bases de datos que proporcionen información sobre medicamentos, con independencia de la industria, a los profesionales de la salud y también, cuando convenga, al público, junto con la necesidad de fomentar de modo permanente la información sobre medicamentos genéricos. Se aborda también la calidad, seguridad y eficacia de los medicamentos de uso veterinario, y el Consejo insiste a la Comisión para que tome en consideración la seguridad de los productos de origen animal, el empleo seguro de medicamentos veterinarios, las políticas de erradicación de determinadas enfermedades infecciosas, su posible difusión en el medio ambiente y el empleo abusivo de medicamentos. El Consejo, por consiguiente, invita a la Comisión a poner en marcha una amplia estrategia sanitaria que aproveche el pleno potencial de la acción comunitaria en relación con los medicamentos y la salud pública.