El agua requiere una visión de futuro, advierte Wallström
Con motivo de una reunión organizada por la Presidencia francesa en Lille el 14 de septiembre, la Comisaria europea de Medio Ambiente, señora Wallström, advirtió de las graves amenazas que se ciernen sobre la calidad y la cantidad de agua de consumo en toda Europa. A la contaminación de muchos sistemas fluviales y acuíferos generada por los nitratos procedentes de la agricultura hay que sumar la reciente preocupación expresada en Dinamarca por las fugas de MTBE (metilterbutiléter) de los depósitos de almacenamiento de combustible, que deja claro el papel de los contaminantes industriales. Por otra parte, la extracción de agua para propósitos de agricultura intensiva y otros fines está causando "alarmantes" recortes en los niveles hídricos de ríos y acuíferos, ya no sólo en las zonas más áridas del sur de Europa, sino también en todo el territorio de la UE. La señora Wallström hizo observar que los efectos del turismo en la cuenca mediterránea estaban planteando problemas tanto de calidad como de cantidad de los recursos hídricos. Cabe lamentar que a la industria turística "raramente se le exija hacerse cargo de la parte que le corresponde en el deterioro del entorno", aseveró. Tampoco son problemas privativos de los países de Europa occidental, cuando por idéntica situación, cuando no más apremiante, están atravesando los países de Europa Central y Oriental, en los que la protección de los recursos hídricos planteará un desafío clave en tiempos de ampliación de la UE, advirtió. Sin embargo, la Directiva Marco del agua, aprobada por el Parlamento Europeo este mes de septiembre marca un hito en la consecución de una política sostenible en materia de recursos hídricos. La Directiva presenta la primera disposición legislativa en temas medioambientales que relacione el cumplimiento de tales objetivos con el acatamiento de principios económicos claros. Fomenta la tarifación del agua como medida incentivadora para la protección de escasos recursos e insiste en el reintegro del coste de servicios hídricos por parte de usuarios industriales, domésticos y agrícolas. La Comisaria Wallström reconoció la resistencia de determinados sectores a la aplicación del pleno reintegro de costes. Así y todo, hizo hincapié en que las prioridades medioambientales no estaban reñidas con los objetivos de otras políticas sociales y económicas. Cabía la posibilidad, añadió, de potenciar los efectos de una fijación de precios ecológicamente racional en las familias de bajos ingresos. En la región belga de Flandes, por ejemplo, los hogares se benefician de una cuota gratuita de consumo de agua, mientras que la tarifación afecta únicamente a quienes superan el nivel autorizado de consumo. Vital para el éxito de la Directiva Marco del agua podría ser una revisión de otras iniciativas programáticas para garantizar que el sistema normativo "no quita con la mano izquierda lo que dimos con la derecha". En este sentido, cabría dar prioridad a una reforma de la política agrícola común que dejara de promover la concesión de subvenciones a la agricultura con potencial para perjudicar al medio ambiente, y que, en cambio, apoyara medidas a favor del uso sostenible de los recursos hídrico, afirmó la Comisaria. Si bien el precio es el motor de cualquier política de suministro ecológicamente sostenible de agua, no deja de ser imprescindible un planteamiento coherente, advirtió la señora Wallström. "Obviamente, el precio no va a ser el único instrumento de resolución de los problemas de recursos hídricos. No obstante, merece toda la atención que se le pueda dar para promover un aprovechamiento más eficaz y menos contaminante de los escasos recursos hídricos. La Directiva Marco del agua establece la base idónea para ello, en la perspectiva de la preparación de los planes de gestión de cuencas fluviales".che li
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Dinamarca