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Adaptive Evolution of Mutual Mate Preferences in Nature

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Los genes que controlan la elección de pareja

La determinación de los mecanismos genéticos que subyacen al atractivo sexual y a la elección de pareja en la mosca de la fruta podría revelar cómo la evolución de la preferencia de selección de pareja da lugar a caracteres fenotípicos diferentes entre los sexos.

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En los organismos con reproducción sexual, los caracteres sexuales dimórficos o caracteres sexuales secundarios son rasgos fenotípicos que han evolucionado para hacer a un individuo atractivo para un miembro del sexo opuesto. Dado que los machos y las hembras de una especie comparten la mayor parte de la información genética, el conflicto genético puede surgir cuando las preferencias de selección de pareja difieren en un carácter compartido. Este conflicto se resuelve a través del dimorfismo sexual, donde la variación genética específica para un sexo permite a cada sexo evolucionar independientemente para obtener características fenotípicas óptimas para la selección de pareja. Sin embargo existen limitaciones debido sobre todo al grado en el que estos caracteres pueden evolucionar sin afectar también a otros caracteres que pueden estar relacionados genéticamente. Los investigadores del proyecto financiado por la Unión Europea «Adaptive evolution of mutual mate preferences in nature» (AEMMPN) emplearon la mosca de la fruta, Drosophila melanogaster, como organismo modelo para estudiar la base genética de la preferencia de selección de pareja. Los individuos de Drosophila reconocen y eligen pareja por medio de la detección de feromonas sexuales y a través de otros caracteres sexuales dimórficos como el vuelo de cortejo y el sonido del movimiento de las alas. Los socios del proyecto AEMMPN analizaron las feromonas sexuales de cuatro mil individuos para identificar la distribución y la frecuencia de los genes responsables del atractivo sexual de los machos y, por tanto, responsables de su éxito reproductor. Después de llevar a cabo más de dos mil pruebas de apareamiento, los investigadores descubrieron que los machos y las hembras no responden de la misma manera a las señales sexuales. Por tanto la elección del macho no está correlacionada con la elección de la hembra, sugiriendo que las preferencias de machos y de hembras dependen de rasgos genéticamente distintos que evolucionaron de forma independiente. Dado que los caracteres fenotípicos de los individuos están determinados por una combinación de efectos ambientales y genéticos, los investigadores del proyecto AEMMPN también analizaron el efecto de la dieta en la elección de pareja. A diferencia de los caracteres sexuales dimórficos, ambos sexos sí compartían los genes que subyacen a la preferencia de la dieta y estos tuvieron un gran efecto en la eficacia biológica específica de cada sexo. Una posible explicación para este hecho es que una dieta óptima maximiza la capacidad para reproducirse y, por tanto, los genes que controlan las preferencias para la dieta son transmitidos a la descendencia. Los descubrimientos del proyecto AEMMPN han mejorado la comprensión sobre cómo y por qué difieren a nivel genético las preferencias de selección de pareja y, sin duda, estos contribuirán al trabajo de muchos investigadores de áreas como la biología evolutiva, la ecología molecular y la etología.

Palabras clave

Elección de pareja, preferencia de pareja, caracteres sexuales dimórficos, dimorfismo sexual, evolución adaptativa

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