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El Científico jefe del Ministerio de industria de Israel habla para CORDIS Noticias

Carmel Vernia es el responsable de la política de I+D del gobierno israelí para la investigación y el desarrollo industrial. A diferencia de otros países, en Israel existen varios institutos que se encargan de la política de I+D, y los sistemas de subvenciones se dividen en I+...

Carmel Vernia es el responsable de la política de I+D del gobierno israelí para la investigación y el desarrollo industrial. A diferencia de otros países, en Israel existen varios institutos que se encargan de la política de I+D, y los sistemas de subvenciones se dividen en I+D académica e industrial. Como Científico jefe del Ministerio de industria, Carmel Vernia se responsabiliza de unos 250 a 300 millones de euros, alrededor del 60 por ciento del gasto en I+D del país. En una entrevista concedida a CORDIS Noticias el Sr. Vernia expuso cómo y por qué está intentando alentar a la industria israelí para que participe en el V Programa Marco. El rendimiento que ha mostrado Israel en este terreno, según el Sr. Vernia, podría mejorar. A pesar de cierta familiarización con el programa de IDT de la UE gracias a su participación en la última parte del IV Programa Marco, la industria ha tardado en dar los primeros pasos, afirma. Sin embargo, la conciencia a este respecto es cada vez mayor: "La tendencia es positiva... Cada vez se conoce más y las personas se sienten cada vez más animadas porque ya han conocido diversos éxitos. Creo que se trata de una situación en la que se produce una curva natural de aprendizaje. Al principio, en el sector industrial había muchos escépticos que ahora están empezando a tomar en consideración seriamente esta cuestión." Carmel Vernia habla de su propia experiencia. Antes de entrar en la Administración hace ocho meses, trabajaba en la empresa israelí Comverse, de alta tecnología, donde participaba en dos proyectos del Programa Marco europeo. El éxito de éstos constituyó una experiencia positiva, señala, pero al principio compartía la preocupación de muchos industriales israelíes. "Habían oído que la burocracia era muy exagerada y que el porcentaje de éxitos era reducido: uno de cada cuatro o cinco," ha dicho a CORDIS Noticias. "El esfuerzo para encontrar socios en Europa es bastante duro, y los industriales disponían de subvenciones alternativas a las que yo ofrezco, y procedentes de otras negociaciones bilaterales." Sin embargo, los tiempos han cambiado y las empresas israelíes se están haciendo conscientes de las ventajas del Programa Marco, al mismo tiempo que los recursos del Científico jefe resultan más difíciles de obtener. Las empresas se dan cuenta de que participar en el Programa Marco no es tan problemático como habían imaginado. "Uno puede lidiar con la burocracia. Se consiguen éxitos y las empresas israelíes están obteniendo buenos resultados," dice Vernia. El hecho de ser un país pequeño ha obligado a las empresas israelíes a lanzarse al mercado global, continúa. "Todas las empresas, desde el primer día, piensan con una dimensión internacional." Israel ha mantenido tradicionalmente fuertes vínculos industriales con los EEUU, pero siempre ha deseado reforzar sus lazos con Europa. "Europa es tan importante como EEUU desde el punto de vista del tamaño del mercado, la base tecnológica y el potencial de asociación... Creo que el modo adecuado de plantearlo es decir que Israel siempre ha querido a Europa, pero hace muy poco que Europa ha descubierto a Israel." El Sr. Vernia continúa diciendo que la industria israelí tiene mucho que ofrecer a los socios europeos: "En mi opinión, las empresas de alta tecnología y los empresarios israelíes son extremadamente creativos. Trabajan con ahínco y están muy comprometidos con su labor. Y pienso que, en general, Israel disfruta de una amplia aceptación en el mercado de EEUU, que estará menos abierto a otros países. Actualmente Israel está presente en muchas bolsas de valores en mayor medida que muchos países europeos, sobre todo los más pequeños." Añade que la capacidad lingüística israelí también constituye una ventaja: "Es muy fácil comunicarse con nosotros, por supuesto en inglés, y con mucha frecuencia en otras lenguas. Y estamos en primera línea de la tecnología." Los israelíes también son flexibles y rápidos de reacciones ante el cambio, dice Vernia, rasgo que atribuye a una mentalidad nacional, más que a una política determinada. "Estamos acostumbrados a ser proveedores de clientes en todo el mundo, de manera que estiramos nuestros horarios de trabajo y nuestros hábitos de trabajo. El mercado local es casi diminuto. Por eso tenemos que esforzarnos en ser muy flexibles." El espíritu empresarial es asimismo muy elevado en Israel, sobre todo en los sectores de la biotecnología y la alta tecnología. El Ministerio de industria alienta la creación de nuevas empresas, pero según Vernia también en este caso las cifras reflejan más una actitud cultural que unos incentivos de la Administración, si bien él anima a las personas a asumir riesgos. "Fracasar y volver a probarlo es positivo," afirma, "quizás por eso las personas se atreven a asumir riesgos... Prefiero apoyar proyectos que impliquen un riesgo más elevado." "Uno de los programas que administro es un programa incubadora donde de forma deliberada sólo aceptamos programas que impliquen un riesgo demasiado elevado para que los inversores privados inviertan en él. Acogemos estos programas durante un período de hasta tres años, y un poco de capital para que lleguen hasta la fase en la que puedan atraer inversiones privadas, y si fracasan, no pasa nada. Lo único que pierden es un poco de dinero, y a continuación lo intentan de nuevo, quizás mediante la creación de nuevas tecnologías y el ensayo de innovaciones." "Otra razón de la gran solidez de la industria israelí es que hace 20 años se llevó a cabo una gran inversión en investigación relacionada con la defensa. Existía una demanda local muy fuerte de dichas tecnologías, y por este motivo pudimos desarrollar un nivel tan elevado de equipamientos técnicos." Participar en el programa marco de la UE está ayudando ahora a la industria israelí a desarrollarse aún más, estimulando los nexos entre la industria y el mundo académico. "Estoy convencido de que esto ha ejercido un impacto cualitativo," indica el Científico jefe. "Tengo un programa semejante en Israel que fomenta la cooperación entre los institutos de investigación y la industria, y creo que en este contexto el efecto del V Programa Marco es más significativo." Observando la evolución de los debates que se realizan en Bruselas sobre el espacio europeo de investigación, el Sr. Vernia prevé que los cambios en la política de investigación de la UE pueden afectar en el futuro la participación de Israel. "Es obligado reconocer que nos sentimos un tanto alejados del resto de Europa. Y sea cual fuere la decisión de Europa con respecto al VI Programa Marco, buscaremos maneras de participar de un modo que potencie nuestras ventajas relativas. Cualquiera que sea o se dedique a lo que se dedique, encontraremos formas de participar con objeto de lograr como mínimo el mismo éxito que en el V Programa." "Las empresas israelíes, en términos europeos, son PYME. Su fuerza primordial es la tecnología de la información y las comunicaciones, y por consiguiente, los programas del VI Programa Marco que se centren en estos aspectos serán más provechosos para nosotros." Sin embargo, Israel comparte la preocupación de aquellos países, entre los que se cuentan España, Bélgica y Dinamarca, según los cuales el espacio europeo de investigación concederá más importancia a los proyectos a gran escala, en perjuicio de la competencia. "Cuanto menos competencia exista, más difícil será participar," dice Vernia. "La ventaja de Israel es que les gusta competir y son muy buenos haciéndolo. Es la consecuencia de ser un país pequeño con un mercado local reducido." El Sr. Vernia esperará a conocer la estructura definitiva del VI Programa Marco antes de elaborar planes que mantengan y mejoren el actual nivel de participación de su país. "La dificultad reside en los detalles," dice. Si bien Israel no confía del todo en el Programa Marco para la colaboración en I+D industrial con socios europeos -es miembro de Eureka y ha establecido acuerdos bilaterales de I+D con numerosos países europeos- se trata de un elemento de importancia, afirma Vernia: "Posee una magnitud muy significativa. Es del orden de los 15.000 millones de euros a lo largo de cuatro años. Ejerce un efecto. Existe una industria con formación adecuada y organismos académicos con los que se puede cooperar. Podemos colaborar con otros socios que tengan tecnologías complementarias y acceder a fondos más amplios. Es una actividad muy útil el fomentar una cooperación que sea beneficiosa para todos los socios en todos los países implicados."