El replanteamiento sueco aclara la perspectiva de la investigación
La investigación sueca adquirirá más coherencia tras la reordenación de las instituciones de apoyo a la investigación de ese país, según afirmó Pär Omling, Director general del Consejo sueco de investigación, creado el 1 de enero de 2001, en el curso de una entrevista concedida en exclusiva a Noticias CORDIS. A principios de año se constituyeron cuatro nuevos consejos de investigación y un nuevo organismo de investigación y desarrollo, mientras dejaban de existir varios consejos de investigación. Además del nuevo Consejo sueco de investigación, se establecieron dos nuevos consejos en campos donde se imponía la necesidad de nuevos conocimientos: vida laboral y ciencias sociales, y entorno, planificación espacial y ciencias agrícolas. Completa la nueva estructura la agencia sueca para los sistemas de innovación, encargada de financiar la I+D dictada por necesidades específicas, con objeto de apoyar los sistemas de innovación y el desarrollo y el crecimiento sostenibles. La reorganización tenía como objeto acabar con la fragmentación del sistema de investigación sueco. Y es que era necesario transmitir claridad a la financiación y a la gestión de la investigación, declaró el señor Omling a Noticias CORDIS. "Resultaba difícil apoyar algo que se creyese adecuado", señaló. Con la reordenación se trataba de crear un número inferior de agencias de mayores dimensiones, y ajustar un equilibrio entre la investigación básica y la investigación "política", como la relacionada con el medio ambiente y los temas sociales, añadió. El papel del consejo es "apoyar una ciencia fundamental que tenga la máxima calidad posible", indicó el señor Omling, y al mismo tiempo, apoyar un enfoque ascendente. De hecho, el organismo es controlado por una mayoría de investigadores. La entidad trabaja en estrecha cooperación con la Administración, ya que ésta fija el presupuesto destinado a los diferentes campos de investigación, previo examen de las solicitudes y recomendaciones del consejo. Sin embargo, dentro de estos límites, el consejo tiene libertad para repartir los fondos en la forma que considere conveniente. Las áreas prioritarias son las siguientes: ciencias naturales, que actualmente recibe 1.000 millones de coronas suecas (unos 110.375.500 euros), investigación médica, dotada con 350 millones de coronas (unos 38.642.000 euros), y humanidades, que reciben 200 millones de coronas (unos 22.082.000 euros). El Consejo sueco de investigación también concede prioridad a la selección de jóvenes científicos, la biología, la ciencia de materiales y la tecnología de la información. En la actualidad el consejo se encuentra creando igualmente un área dedicada a las ciencias de la educación, según anunció el señor Omling a Noticias CORDIS. Cuantitativamente, el señor Omling se muestra satisfecho con la participación sueca en los proyectos de investigación de la UE, aunque tiene más interés en la intensificación de la colaboración europea. "La UE necesita una perspectiva", afirmó. Apoya la idea de un Consejo europeo de investigación, gestionado por investigadores y financiado por la Comisión Europea, que, en opinión del señor Omling, se hace necesario para competir eficazmente con EEUU y Japón. Una institución de estas características recibiría el firme apoyo de la comunidad científica en provecho de una mayor integración europea, añadió. Reconoce, sin embargo, que las instituciones académicas tienden a proteger su propio dinero, y propone como solución "dejar que los consejos nacionales de investigación dispongan de sus propios fondos", y al mismo tiempo, crear más proyectos integrados. Consciente de que es un proyecto muy ambicioso, el señor Omling agrega que estas medidas quizás deban introducirse en el VII Programa Marco (VIIPM), antes que en el VIPM. De manera general, comparte las propuestas de la Comisión referentes al próximo Programa Marco, y lo considera como "un paso en la consecución del espacio europeo de investigación". No obstante, pone en tela de juicio "el forzar al sector privado y a la Administración pública a financiar juntos grandes proyectos", por entender que representa un apoyo oculto a determinados proyectos. Si las empresas privadas necesitan esta forma de apoyo para sobrevivir, hay algo que no funciona, según comentó el señor Omling. En su opinión, estos fondos deben utilizarse para llevar a cabo una investigación más "real".
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Suecia