Detección de trastornos urodinámicos
Los sensores de fibra óptica son no invasivos, biocompatibles y extremadamente sensibles. Sin embargo, presentan problemas como el enorme coste y la portabilidad que limitan sus aplicaciones comerciales, especialmente en el sector biomédico. El equipo del proyecto PROBESENS (PROBESENS – Pressure optical fibre biomedical sensor), financiado con fondos europeos, diseñó y creó sensores de fibra óptica para su aplicación en biomedicina. Con la técnica redes de Bragg en fibra óptica-interferómetro Fabry-Perot extrínseco (EFPI-FBG), la sonda resulta barata y su composición, todo vidrio, facilita la inserción en los catéteres estándar utilizados en la clínica. El estudio de la urodinámica requiere una monitorización en tiempo real del conducto urinario. Mediante el registro in vivo de la presión en la vagina, el sensor de fibra óptica demostró mejor detección de la obstrucción de la salida de la vejiga que los métodos convencionales. En conjunto, se logró mayor eficacia diagnóstica con una precisión más elevada. Los miembros del proyecto PROBESENS han decidido proteger su sensor combinado de presión y temperatura mediante una patente. Además de las aplicaciones urodinámicas, este prototipo podría ser útil en la monitorización cardiovascular, la determinación de la presión y la temperatura durante la ablación térmica por radiofrecuencia de tumores hepáticos así como la determinación de la fuerza de los dispositivos de microcirugía robótica. Entre las actividades de comercialización, se encuentran la autorización de la técnica para finas cardiovasculares y se han mostrado interés en aplicaciones en la ablación por radiofrecuencia. Además de los beneficios para el paciente, se espera que la rápida comercialización de la técnica creada en PROBESENS permita la creación de empleo y aumente la competitividad de Europa en la industria médica.