Científicos de la UE descifran la secuencia genética de una bacteria fijadora de nitrógeno
Científicos de Europa, Canadá y EEUU acaban de publicar la secuencia genética completa de la bacteria fijadora de nitrógeno sinorhizobium meliloti. Este avance, logrado con la ayuda de 2.442.000 euros procedentes del programa de biotecnología del IV Programa Marco de la UE, permite comprender mejor la manera en que las bacterias fijan el nitrógeno de la atmósfera y lo transfieren a las plantas. A largo plazo, puede ayudar a los científicos a descubrir modos en que las plantas adquieran esta capacidad fijadora de nitrógeno, suprimiendo la necesidad de abonos nitrogenados. El Comisario de Investigación de la UE, Philippe Busquin, ha declarado: "Este proyecto es una prueba de la aportación que realiza la biotecnología moderna a la supresión de algunos de nuestros problemas ecológicos actuales. Por su propia naturaleza, hay que afrontar estos problemas a nivel europeo. La investigación financiada por la UE proporciona las herramientas y el marco general que ayudan a la ciencia europea a innovar con más facilidad y más rapidez." El coordinador de proyecto Francis Galibert, de la Universidad de Rennes (Francia), afirmó: "Este trabajo es importante debido a la naturaleza de la bacteria que ha sido analizada, y a su papel en el mundo en que vivimos. Iniciado en Europa, el proyecto también pone de manifiesto la utilidad que tiene la financiación europea, que permite en este caso que varios laboratorios constituyan una red. Espero que Europa continúe apoyando la secuenciación de pequeños genomas de interés para la biotecnología." El nitrógeno es un elemento esencial para el crecimiento de las plantas, que se obtiene a partir de los iones de amonio proporcionados por los abonos nitrogenados o a través de la absorción natural del nitrógeno existente en la atmósfera. El año pasado se fabricaron más de 80 millones de toneladas de abonos nitrogenados, con un valor de mercado superior a los 15.000 millones de euros. Los abonos nitrogenados, sin embargo, sólo representan el 30 por ciento del total de nitrógeno absorbido por las plantas. El resto procede de los procesos naturales como por ejemplo la simbiosis que se produce entre las plantas y un grupo de bacterias denominado rhizobium. Las bacterias transforman el nitrógeno de la atmósfera en iones de amonio que la planta puede absorber con facilidad. El resto de iones creados de este modo pasan al suelo, y ayudan a enriquecerlo y recuperarlo. Por consiguiente, comprender mejor esta forma de simbiosis natural resulta decisivo para el desarrollo de una agricultura sostenible y ecológica. La bacteria sinorhizobium meliloti es un microorganismo simbiótico perteneciente al grupo rhizobium, asociado con numerosas especies vegetales importantes para el tratamiento del suelo y de los cultivos, por ejemplo la alfalfa (medicago sativa). También presenta semejanzas biológicas con algunos animales y plantas de carácter patógeno. La investigación descubrió que la S. meliloti contiene una cantidad relativamente grande de material genético, que se divide en tres partes: la sección de mayor tamaño, el cromosoma, y dos partes más pequeñas, llamadas megaplásmidos. En el 60 por ciento de los genes identificados los científicos han logrado proponer qué funciones biológicas realizan, cosa que deberá comprobarse ulteriormente, mediante una comparación de las secuencias de genes de esta bacteria con las de otros microorganismos. Los resultados sugieren que el cromosoma controla las funciones clave de la célula, y que cada uno de los dos megaplásmidos se encarga de fabricar las membranas de la bacteria y fijar el nitrógeno. Es preciso realizar nuevas investigaciones para determinar cuál es la función del 40 por ciento restante de los genes identificados de la bacteria. En el proyecto han participado equipos científicos de Rennes y Castanet-Tolosan en Francia, Gembloux y Louvain-la- Neuve en Bélgica, y Konstanz y Bielefeld en Alemania, además de equipos de Ontario en Canadá y Stanford en EEUU.