La Comisión se reúne para discutir la amenaza de guerra bioquímica
La Comisión Europea se reunió el 11 de octubre para discutir medidas de precaución para debatir la amenaza de ataques biológicos, mientras se advierte que Europa debe afrontar la amenaza de guerra bioquímica después de los recientes ataques terroristas a EEUU. Con anterioridad a las conversaciones del día 11, la Comisaria de Medio Ambiente de la UE, Margot Wallström, afirmó que la Comisión está dispuesta a estudiar la asignación de recursos para enfrentarse a un ataque biológico. El debate se produce después de una advertencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) según la cual los terroristas pueden propagar deliberadamente enfermedades animales como por ejemplo la aftosa y la peste porcina con objeto de hacer daño a la agricultura de Occidente. La FAO ha declarado que las autoridades deben emprender acciones que reduzcan los riesgos del "agro-terrorismo" de esta clase. La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dra. Gro Harlem Brundtland, también ha advertido a los países que deben reforzar las medidas nacionales para casos de emergencia con objeto de hacer frente a ataques biológicos o químicos: "Debemos prepararnos para la posibilidad de que agentes biológicos o químicos dañen deliberadamente a seres humanos." La OMS reclamó una "vigilancia adecuada y una respuesta rápida y coordinada" contra la utilización de agentes como el ántrax o la viruela. Sin embargo, un portavoz del Comisario de Investigación, Philippe Busquin, señaló que el incremento de la amenaza de ataques bioquímicos después de los sucesos del 11 de septiembre no afectará las prioridades de investigación de la UE. El portavoz recalcó que la investigación en este campo es un asunto de orden militar y no será competencia de los programas de investigación de la UE. En Europa el gobierno alemán ha decidido crear una oficina federal de información sobre la guerra biológica. Los Países Bajos, Italia y el Reino Unido también han tomado medidas para hacer frente a los ataques bioquímicos. Al mismo tiempo, un equipo de investigadores de la City University de Londres y el Servicio de Laboratorios de la Sanidad Pública del Reino Unido han advertido que, si bien Europa dispone de recursos para reaccionar con rapidez ante un ataque que utilice agentes tales como el ántrax o la viruela, no ha creado la infraestructura necesaria para hacer frente a brotes de enfermedades a gran escala. La investigación, según se afirma en el British Medical Journal, suscita preocupaciones acerca de la posibilidad de un ataque bioterrorista más sutil que emplee enfermedades comunes, como por ejemplo la infección con virus de gripe o salmonella. Los investigadores han examinado en diversos países europeos las respuestas ante cinco brotes internacionales de enfermedades, entre las que se cuentan la gripe, la legionela y la salmonella. Descubrieron errores básicos en la detección y la comunicación de las enfermedades, y afirmaron que la UE carecía de un plan coordinado global para hacer frente a los brotes de esta clase. En una entrevista para la BBC el profesor Julius Weinberg, coautor del informe, advirtió que "a diferencia de una bomba, el ataque de un agente de infección puede ser silencioso," y añadió: "no creo que para una organización determinada resulte difícil el provocar daños." Mientras aparecen noticias acerca del diagnóstico de un tercer caso de la mortal enfermedad del ántrax en Florida (EEUU), la empresa farmacéutica alemana Bayer ha dicho que aumentará la producción de Cipro, fármaco que sirve de antídoto para dicha enfermedad. Se teme que la bacteria del ántrax pueda utilizarse como parte de un ataque deliberado.