Bélgica y Hungría siguen ambos el modelo de investigación de la UE
Las disparidades que median entre este Estado miembro y este país candidato en cuanto a política científica contrastan con lo mucho que tienen en común, así se desprende del análisis de ambas políticas nacionales efectuado en el curso de un acontecimiento celebrado el 19 de noviembre. Y es que ambos han integrado en sus respectivas políticas nacionales de investigación y desarrollo (I+D) elementos del modelo de la UE. A la manifestación que, bajo el título "Science and European integration: the Belgian and Hungarian experience" (Integración científica y europea: la experiencia belga y húngara), se celebró en Bruselas, acudieron representantes de ambos países y el Comisario europeo de Investigación, Philippe Busquin. Mientras Hungría está adaptando su política de I+D a las disposiciones de la UE, el sistema belga guarda numerosas similitudes con el actual Programa Marco y las propuestas de espacio europeo de investigación. La colaboración entre estos países está ayudando a Hungría a acortar distancias, aún más, con el modelo comunitario, comentó a Noticias CORDIS el Ministro húngaro de Educación, József Pálinkás. "[Esta cooperación] supone una ayuda directa para Hungría ya que trabajamos conjuntamente en dos planes distintos. Al trabajar en cooperación con, pongamos, un grupo belga de investigación, no cabe duda de que el idioma, la cultura y el modelo de gestión nos acercan casi automáticamente a la estructura administrativa europea", explicó. Bélgica y Hungría son países pequeños que han experimentado "fuga de cerebros", si bien el señor Pálinkás no cree que sea un problema para su país ya que éste también está captando cerebros. "Será mejor hablar de 'difusión de cerebros", rectificó József Pálinkás. "Se está produciendo una fuga de cerebros de los países menos favorecidos, lo que yo llamaría una transición de cerebros en los países intermedios y un superávit de cerebros en países como EEUU (...) En lo que concierne a Hungría, tenemos a gente llegando de países vecinos, mientras que ha bajado mucho la fuga de cerebros". Tomando la palabra en el seminario, Luk van Langenhove, Director de la Universidad de las Naciones Unidas en Brujas (Bélgica), advirtió que era tal la movilidad de investigadores que se registraba en Bélgica que había quien solía llamarlo fuga de cerebros. A lo que objetó que los laboratorios belgas se mantenían muy abiertos a los investigadores procedentes de fuera de Bélgica. Luk van Langenhove indicó que Bélgica estaba "más que preparada para el espacio europeo de investigación", refiriéndose al compromiso del país con las redes de excelencia, la movilidad y la atención a la ciencia y la sociedad. Impresión ésta compartida por Yvan Ylieff, Comisario del Gobierno federal belga, encargado de Investigación Científica, quien insistió en que Bélgica era sumamente consciente del papel determinante que le correspondía en el establecimiento y desarrollo del espacio europeo de investigación. Bélgica cuenta con un excelente "programa de captación interuniversitaria", en el que las propuestas debe presentarlas un consorcio de grupos de investigadores, procedentes obligatoriamente de las regiones flamenca y valona. La iniciativa se ha abierto hace poco a los extranjeros, al aspirar Bélgica a "anticipar el espacio europeo de investigación", dijo el señor van Langenhove. Según anunció, los resultados muestran que es "mejor invertir dinero en captar gente y no gastarlo en grandes instituciones". A esta opinión se sumó el señor Pálinkás. "Como digo siempre [...] más vale agrupar en una red única los centros existentes capaces de resolver un problema determinado o llevar un proyecto que no crear instituciones totalmente nuevas. De concretarse aquel modelo, quedará garantizada la participación de países como Hungría". Así es la política de Hungría. "En nuestro programa nacional de investigación y desarrollo, he intentado juntar capacidades en torno a un sistema definido. Les he dejado bien claro que no estamos dispuestos a financiar varios centros dispersos como no sumen esfuerzos de investigación, como no demuestren que el equipo que quieren comprar aquí y ahí va a servir propósitos de cooperación y que, de algún modo, necesitan trabajar juntos", señaló a Noticias CORDIS. El Comisario europeo de Investigación, Philippe Busquin, insistió en que dentro de un espacio europeo de investigación las redes de excelencia beneficiarían al conjunto de los países. "Gracias a la interconexión de programas nacionales o de programas de los centros de excelencia de los Estados miembros y los países asociados, gracias al inicio de grandes proyectos de investigación orientada, los investigadores, lo mismo de los países candidatos como de la Unión Europea, tendrán acceso a recursos científicos y tecnológicos más abundantes que los accesibles en el ámbito nacional. De este modo, todos los participantes saldrán beneficiados", apuntó. Tanto Bélgica como Hungría se encuentran actualmente incrementando su gasto en I+D. Aunque Bélgica se mantiene en los puestos bajos de la tabla de gasto en I+D en la UE, éste ha registrado un auge constante desde 1994, sobre todo en la región flamenca, cuya contribución creció un 42,9 por ciento entre 1989 y 2000. El presupuesto federal correspondiente al año 2000 ascendió a 473 millones de euros, dividido a partes iguales entre actividades nacionales e internacionales. Esta línea de financiación vino a completar a la proporcionada por las autoridades regionales y comunitarias, encargadas del grueso de la política belga de I+D. Bélgica necesita resolver el aprovechamiento de las ayudas federales disponibles de tal manera que sumen valor efectivo a lo que ya se está haciendo en el ámbito regional, advirtió el señor van Langenhove. Entretanto, Hungría registró en 2000 un crecimiento nominal del gasto nacional en I+D del 34,7 por ciento, mientras que acusaba una tasa de inflación del 10 por ciento. Ese año, Hungría llevó a la práctica el plan Széchenyi, el segundo de cuyos siete capítulos va dedicado a la I+D. "Ha sido todo un avance para la financiación de la I+D en Hungría", manifestó József Pálinkás. En 2002, el 10 por ciento de los fondos del plan se asignarán a I+D. Hungría ha cambiado asimismo su estructura de gasto de I+D, ampliando la dotación de ayudas de I+D y unidades de I+D en los centros de enseñanza superior. Los programas nacionales de investigación de Hungría guardan mucho parecido con los del V Programa Marco, no sólo en cuanto a temas, sino también desde el punto de vista de sus rasgos distintivos; así, constan de proyectos de gastos compartidos, aproximación de los sectores de investigación y empresarial, concentración de fondos e interconexión de redes. "De mantener este ritmo, esta progresión, en 2006 Hungría se situará casi al nivel de la mayoría de los países europeos", indicó el señor Pálinkás.
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