Es probable que no se cumpla el plazo fijado para la patente europea
No ha habido acuerdo sobre el establecimiento de una patente de la Comunidad Europea en el Consejo del Mercado Interior del 26 de noviembre, lo cual significa que el plazo fijado para ello, finales de 2001, probablemente no se cumpla. Los Estados miembros continúan en desacuerdo acerca del número de lenguas a las que deberá traducirse la futura patente paneuropea, del papel de las oficinas nacionales de patentes y de los trámites jurisdiccionales. "Me siento muy decepcionado por el hecho de que, a pesar de los denodados esfuerzos de la Presidencia belga, no haya sido posible que el Consejo llegue hoy a un acuerdo sobre la patente comunitaria," dijo el Comisario del Mercado Interior, Frits Bolkestein. Añadió que los ministros, "una vez más, han demostrado su inflexibilidad" y no han efectuado un análisis de la propuesta a largo plazo. Debido a la inexistencia de avances, el Comisario Bolkestein recomendó que la cuestión de la patente comunitaria se añada al orden del día del próximo Consejo Europeo de Laeken. Si bien un funcionario de la Comisión dijo a Noticias CORDIS que aún no se ha tomado una decisión definitiva a este respecto, afirmó asimismo que se llevará a cabo un debate en el COREPER (Comité de Representantes Permanentes) para comprobar si puede efectuarse algún progreso antes de que se celebre el Consejo. El proyecto de reglamentación sobre la patente comunitaria europea fue presentado originariamente por la Comisión en julio de 2000, y las cumbres de Lisboa y Feira durante ese año establecieron que la patente debía estar lista a finales de 2001. Se consideró que era un medio de que las patentes fuesen más baratas, más frecuentes y mejor aplicables, apoyando así de un modo concreto las actividades de I+D (investigación y desarrollo) de la UE y a las PYME (pequeñas y medianas empresas). Se preveía como resultado de ello que se produjesen avances en la investigación y la competitividad. No obstante, si no se sale del atolladero, todo esto se perderá, según el Comisario Bolkestein. "La falta de acuerdo aumenta el riesgo de que todo el programa de Lisboa destinado a aumentar la posición competitiva de Europa se convierta en una política de meras declaraciones," afirmó. De manera específica, la propuesta de traducir la patente únicamente al alemán, al francés y al inglés dividió al Consejo, y varias delegaciones se pronunciaron a favor y en contra. Los opuestos a ello desean que se respeten todas las lenguas, y los partidarios de la medida señalaron que después de la ampliación esto requeriría la traducción a 19 lenguas. También provocó divisiones el papel de las oficinas nacionales de patentes. Algunos delegados deseaban una descentralización de la concesión de patentes europeas, y que el papel de las oficinas nacionales (y sus recursos) prácticamente no se viese afectado. Otros aspiran a una situación más parecida a la propuesta originariamente por la Comisión Europea, con una estructura y un procedimiento de concesión centralizados. Dado que ni siquiera se llegó a una decisión mayoritaria con respecto a estos temas, es improbable que se produzca una decisión unánime durante la Presidencia belga. Si bien esto constituye una mala noticia para la I+D y las PYME europeas, una declaración del ministro de Economía y Hacienda del Reino Unido aportó el 27 de noviembre una buena noticia. El ministro anunció nuevos incentivos fiscales para las grandes empresas del Reino Unido que inviertan más dinero en I+D. La medida ya está en funcionamiento con respecto a las PYME, aunque éstas también se beneficiarán de nuevas medidas que permitirán una mayor disponibilidad de capital riesgo. Los cambios significan que, en la práctica, la inversión en I+D se tratará como una inversión de capital. "Esto es importante porque envía el mensaje de que el gobierno está interesado en invertir en ciencia y en I+D, lo cual implica más formación, la utilización de mejores equipamientos, etc.", señaló el Dr. Peter Cotgreave, de la "Save British Science Society".