El director general de la AEE advierte a Europa que no confíe demasiado en el GPS
El director general de la Agencia Espacial Europea (AEE), Antonio Rodotà, ha indicado la posibilidad de que Europa no siempre pueda contar con el sistema norteamericano de navegación por satélite, GPS. Durante una entrevista exclusiva concedida a Noticias CORDIS el 14 de febrero, Antonio Rodotà se mostró partidario de que Europa desarrollara un sistema independiente de navegación por satélite propio ya que no podría usar de forma "indefinida" el sistema GPS de EEUU. Advirtió que, de tener problemas en otras regiones del mundo, EEUU podría negar a Europa el pleno acceso a su sistema. Añadió que cuando EEUU ya se estaba replanteando el reparto de la Estación Espacial Internacional por exceso de gastos no presupuestados, "otro tanto le podría pasar al GPS". Galileo, el programa de navegación por satélite de la UE, marca una nueva fase en el desarrollo espacial europeo, así lo afirmó Rodotà, al señalar que por primera vez la UE ha aunado fuerzas para construir una "infraestructura única en beneficio del conjunto de los europeos". Contrastó este proyecto con la infraestructura ferroviaria de Europa, que aun siendo común al conjunto de Europa pertenece a países individuales. Preguntado sobre cuál era su mensaje a aquellos Estados miembros que frenaban el proyecto Galileo, reacios a comprometer fondos, Rodotà comparó la inversión que requería el proyecto con la dedicada a la infraestructura de carreteras de Europa. "¿Cuántos kilómetros de autopista tiene Galileo? No muchos". Las ventajas de Galileo superarán los estrictos beneficios financieros, según Rodotà, quien ha explicado que si bien "los beneficios de Galileo puede que no sean ingentes", harán posible que se registren ahorros en áreas clave de la infraestructura europea, como el control del tráfico aéreo. Aun cuando varios eurodiputados solicitaran la retirada del sector privado de la empresa común que dirija el desarrollo de la iniciativa, Antonio Rodotà insistió en que la prioridad la tenía el despegue del proyecto. "Estoy abierto a todas las soluciones", dijo, y añadió que se buscaría un equilibrio entre los intereses público y privado. Convino en que se necesitaba más tiempo para atender las consideraciones políticas ligadas al proyecto Galileo. La intensificación de la cooperación operativa e institucional entre la AEE y la Comisión Europea beneficiará, según declaró Rodotà, a los ciudadanos europeos, al extremar la atención dedicada a los servicios prestados por aplicaciones espaciales. Hizo hincapié en el proyecto de colaboración entre la AEE y la Comisión GMES (vigilancia mundial del medio ambiente y la seguridad), que, según dijo, traería una "vida mejor" a los ciudadanos de Europa. La iniciativa generará un potencial enorme para multitud de servicios adicionales, como puede ser el suministro a agricultores de información sobre cultivos y uso de fertilizantes de tal forma que estén en condiciones de optimar la gestión de sus territorios. Asimismo, estrechándose los vínculos con la Comisión es probable que se estimule la financiación de la AEE. De hecho, la dotación de fondos a esta esfera ha aumentado decenio tras decenio al concretarse cada vez más el reconocimiento que desde la Comisión se hace de los réditos de la investigación espacial y de sus aplicaciones en la resolución de problemas reales de la Comunidad. El aprovechamiento de la capacidad espacial de Europa para fines de defensa es "un tema complicado para Europa", al carecer la UE de una política de defensa unificada. Sin embargo, muchas de las aplicaciones civiles procedentes de la tecnología espacial estadounidense tuvieron su origen en la investigación volcada en finalidades militares; en cambio, en Europa "ambas áreas no guardan esa coherencia". Si bien Antonio Rodotà no cree necesario incrementar en grandes proporciones el gasto en proyectos espaciales con aplicaciones militares, Europa debe ampliar su "capacidad de dar advertencias, detectar desastres y coordinar la respuesta". La flexibilidad de las pequeñas y medianas empresas (PYME) desempeña un papel clave en el desarrollo de la tecnología espacial europea y la transferencia tecnológica espacial; papel éste que puede apoyar la AEE con los mecanismos que tiene implantados, así lo dejó claro Rodotà. Cada vez que la agencia sella un acuerdo con un contratista principal, también interviene en la selección de subcontratistas con el fin de velar por que haya equidad entre el contratista principal y los pequeños y medianos contratistas. La AEE ha definido asimismo un número de objetivos específicos que garanticen la participación de las PYME en programas individuales, como por ejemplo la asignación de un porcentaje determinado de contratos a pequeñas empresas. La agencia tiene previsto además poner en marcha, en el curso del año, un programa de incubación orientado a tecnologías espaciales para aplicaciones civiles y encargado de prestar gratuitamente asesoramiento experto de la AEE para ayudar a propulsar la tecnología espacial hasta nuevos mercados. Antonio Rodotà también insistió en lo mucho que se debía invertir en cambiar la percepción pública del espacio y del valor que supone, que siguen confinados a clichés transmitidos por la producción de Hollywood, como la película "Apollo 13". "Éste es uno de los mayores problemas que tenemos", admitió. "Cualquiera a quien le preguntes lo que le sugiere el espacio te contestará que NASA".