El Consejo de Medio Ambiente ratifica el protocolo de Kyoto
La propuesta de ratificación del protocolo de Kyoto de la Comisión Europea fue adoptada por el Consejo de Medio Ambiente del 4 de marzo. Así, la ratificación por parte de la Unión prepara el terreno para que se haga efectivo en los 15 Estados miembros de la UE un protocolo que dicta, para el periodo 2008-2012, una reducción del 8 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a los niveles de 1990. El acuerdo alcanzado en el Consejo ha sido posible después de acceder Dinamarca a aplazar hasta el año 2006 el debate sobre el cuadro de reparto de cargas, cuando se conviertan en límites máximos de emisión expresados en toneladas de dióxido de carbono los compromisos de reducción de emisiones computados actualmente en porcentajes. El "problema danés" gira en torno al hecho de que en 1990, base de referencia para la reducción de emisiones, Dinamarca registrara un nivel excepcionalmente bajo de emisiones. "Hoy es un gran día para el clima y para el desarrollo sostenible", declaró la comisaria de Medio Ambiente, Margot Wallström, quien añadió que el acuerdo "servirá de guía a los Estados miembros para adoptar medidas encaminadas a combatir el cambio climático". En palabras del ministro español de Medio Ambiente, Jaume Matas, la decisión de ratificar el protocolo marca un momento histórico y constituye "el mejor instrumento para luchar contra el cambio climático". Asimismo, manifestó que el acuerdo sentaba las bases para lo que era el propósito de la UE, esto es, la ratificación del protocolo por parte del conjunto de los Estados miembros con tiempo para la cumbre de Johanesburgo sobre desarrollo sostenible convocada para agosto de 2002. Margot Wallström se refirió igualmente al plan de acción contra el cambio climático anunciado hace poco por el presidente de EEUU, George W. Bush. La comisaria advirtió que el plan no sólo "no permitiría que EEUU cumpliera con las obligaciones dispuestas en el convenio [protocolo de Kyoto]", sino que autorizaría un incremento de las emisiones del 30 por ciento aproximadamente. "Como es lógico hemos solicitado que todas las partes firmantes del acuerdo de Bonn [sobre cambio climático] suscriban asimismo el protocolo de Kyoto", así lo ha declarado la comisaria Wallström, quien destacó la trascendencia de la ratificación por Japón y Rusia para la consecución de los objetivos de emisiones establecidos en el protocolo. Según afirma la Comisión, Japón y Rusia son los dos países más importantes que han de hacer lo que la UE y adoptar el protocolo si se pretende cerrar el objetivo de ratificación por 55 países que sumen al menos el 55 por ciento de las emisiones de 1990. Preguntada sobre el posible coste económico que supone para Europa la aplicación del protocolo de Kyoto a la vista de la decisión de EEUU de retirarse del protocolo por motivos económicos, Margot Wallström declaró que la aplicación del protocolo no le costaría a la UE más del 0,06 por ciento del PIB.