Consecuencias sociales y económicas del nuevo equilibrio entre vida laboral y familiar
El mercado laboral y la familia (dos de las instituciones que históricamente generan más desigualdades) han experimentado grandes cambios en las últimas décadas. Se trata de cambios sin duda ya documentados, pero a los que les falta una perspectiva que los englobe y vincule con las tendencias en desigualdad social y económica. Además, es preciso conocer de qué modo han influido los marcos institucionales en las consecuencias de estos cambios. El proyecto FAMINE (Families of inequalities- Social and economic consequences of the changing work-family equilibria in European societies) ha tratado de rellenar estas lagunas mediante métodos cuantitativos, e integrando la sociología, la economía y la demografía. Los socios del proyecto han tenido en cuenta la capacidad de las sociedades europeas de integrar plenamente a sus ciudadanos y de procurar unas condiciones de empleo de gentes, unos derechos sociales suficientes y una plena participación en la sociedad. Las investigaciones se han centrado en las desigualdades entre familias, sexos y personas, y en la manera en que los respectivos macrocontextos conforman esas diferencias. Los trabajos de FAMINE giraron en torno a tres áreas fundamentales. La primera de ellas, las fuertes interrelaciones que existen entre el trabajo y la familia, así como las dinámicas que subyacen al nuevo equilibrio entre ambas facetas. La segunda área explora la capacidad de las familias de responder a unos riesgos del mercado cada vez mayores. En tercer y último lugar, FAMINE se centró en las consecuencias de la desigualdad social y económica de las novedades en el mundo del empleo y de la formación de familias, y en el mutante equilibrio vida laboral-vida familiar en las sociedades europeas. Entre otras conclusiones, FAMINE ha determinado que, en las dos últimas décadas y en ciertos entornos (en la Europa meridional, por ejemplo), las reformas desreguladoras del mercado laboral introducidas en la «periferia» han socavado el disfrute efectivo de derechos sociales y aumentado la desigualdad y la exclusión social. De la investigación se desprenden alarmantes tendencias en el sur de Europa, donde para las generaciones más jóvenes es cada vez más difícil formar su propia familia y donde se van acumulando situaciones problemáticas en cuanto al empleo y riesgos sociales. Con todo, otra de las conclusiones es que el acceso de las mujeres al mercado del trabajo es un gran mecanismo nivelador. También se destaca, entre las conclusiones, la importancia de las políticas familiares y de las oportunidades del mercado laboral para una combinación adecuada de trabajo y familia; se da cuenta, asimismo, de ciertos aspectos culturales propios de entornos concretos que se relacionan con la fertilidad y la elección de empleo. En definitiva, los resultados de este proyecto son interesantes para aquellas políticas que pueden ayudar (sobre todo, a los países mediterráneos) a superar la disyuntiva baja fertilidad-baja participación femenina en el mercado laboral, y de este modo, impulsar también en esos países el modelo de dobles ingresos familiares. FAMINE ha aportado una valiosa información acerca de los mecanismos a nivel personal (micro), familiar (meso) e institucional (macro) que influyen en las desigualdades sociales y económicas. La labor de este proyecto en materia de desigualdad económica confirma la importancia del estado del bienestar para reducir las desigualdades, aunque ciertamente los niveles de eficiencia entre los distintos países y sus modelos de bienestar presentan disparidades.
Palabras clave
Equilibrio entre vida laboral y familiar, cambio social, mercado de trabajo, desigualdad, empleo, bienestar
