Debates online en los periódicos: el intenso trabajo entre bastidores
Las redes sociales y los debates online han demostrado ser una espada de doble filo, en tanto en cuanto traen de la mano formas de periodismo más participativas. Por una parte, representan un espacio en la red cada vez más democrático y participativo; por otra, fomentan actitudes incívicas, propagan teorías de la conspiración y contribuye potencialmente a manipulaciones intencionadas de los contenidos disponibles online. Eslovaquia es un país interesante en el que analizar el periodismo participativo, pues sus medios de comunicación están en plena transformación desde el fin del comunismo, al tiempo que sus ciudadanos exigen vigorosamente un periodismo participativo. Por ello, el proyecto financiado con fondos europeos MHEPS (Media-hosted eParticipation in Slovakia) se embarcó en un análisis del modo en que dos de los diarios líderes de opinión en Eslovaquia fomentan la eParticipation. Así, los investigadores acompañaron a los periodistas encargados de la dirección, moderación y seguimiento de los debates online en estos medios. El objetivo: conocer de primera mano qué es el periodismo participativo desde la perspectiva de la redacción de un periódico. Examinando minuciosamente las rutinas de trabajo que los administradores de los debates online y otros periodistas aplican a sus propios artículos, los investigadores de MHEPS tuvieron ocasión de plantearles preguntas como: ¿En qué ocasiones y plataformas debe permitir una empresa periodística que se celebren debates? ¿Es posible garantizar la calidad en un debate online? ¿Debe el periodista ignorar, leer o responder a los comentarios? Una de las conclusiones del equipo de MHEPS fue que las prácticas argumentativas presentes en los debates online a menudo fomentan los conflictos, las discusiones y la polémica. Esto puede ser ventajoso o perjudicial, dependiendo del modo en que la empresa responsable organice ese debate, en el que participa público a menudo crítico; por ello, es importante definir los objetivos que deben orientar un debate online, a partir de la adecuada comprensión de sus puntos fuertes y débiles. El equipo del proyecto observó que en Eslovaquia, y en cualquier otro lugar, las autoridades a menudo imponen límites a los debates alegando intereses nacionales, amenazas a la seguridad y otros riesgos; se determinó también que la ausencia de participación es para las democracias actuales un riesgo mayor que el que supone una participación demasiado combativa. MHEPS ha propuesto reformular la función participativa de las empresas de medios de comunicación y de los mismos periodistas: corresponde a estos y aquellas una función de estímulo de unas prácticas de debate que ayuden a los participantes a extraer conclusiones y a poner a prueba sus argumentos. Por último, MHEPS apela a los sociólogos a mantener la neutralidad en cuanto a qué clase de debate conviene más a la democracia, o qué trayectorias argumentativas son productivas para abordar los problemas sociales. Estas conclusiones en materia de eParticipation, a las que deberían prestar su apoyo ulteriores investigaciones sociolingüísticas, quizá ayuden a fomentar un entorno mediático más sano y, en última instancia, una democracia más fuerte.
Palabras clave
Periodismo, debate online, eParticipation, democracia, periodismo participativo, MHEPS, empresas de los medios de comunicación
