La Comisión mejora el "nuevo enfoque" de la industria para fomentar la innovación
El 7 de mayo la Comisión aprobó una comunicación cuyo objetivo es mejorar la competitividad de los productos europeos mediante el fomento de la efectividad y la transparencia de las llamadas "Directivas de nuevo enfoque". El nuevo enfoque es concretamente un conjunto de medidas legislativas que definen los requisitos obligatorios aplicables a los productos en un grupo de sectores industriales para garantizar la protección de los consumidores, dejando a los fabricantes la elección de la metodología o solución técnica apropiada. La flexibilidad que confiere este enfoque, ya utilizado en la Unión Europea desde hace más de 20 años, ha alcanzado altos niveles de efectividad en la promoción de la innovación de productos y la competitividad industrial. El Comisario de Empresa y Sociedad de la Información, Erkki Liikanen, hizo la siguiente declaración: "Con el desarrollo de la economía global y la velocidad del cambio tecnológico, son cada vez más evidentes las ventajas de técnicas reguladoras más flexibles, como el nuevo enfoque". "Con el fin de optimar el sistema presentamos ahora nuevas propuestas de intensificación de los criterios de efectividad y transparencia, en beneficio de todas las partes interesadas", añadió. La nueva Comunicación es la primera tentativa de abordar los aspectos horizontales comunes a todas las Directivas de nuevo enfoque. Basándose en un amplio procedimiento de consulta a las partes interesadas, la Comunicación señala en qué sectores cabe mejorar el nuevo enfoque y formula recomendaciones destinadas a reforzar la competitividad de la industria europea. Entre las nuevas recomendaciones se incluyen: garantizar que los organismos encargados de la evaluación de la conformidad (organismos notificados) llevan a cabo su labor siguiendo las normas más rigurosas; facilitar la cooperación entre organismos notificados de manera que ofrezcan servicios del mismo nivel, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas; aumentar la transparencia entre Estados miembros, y promover la comprensión del marcado CE de modo que los consumidores sepan lo que representa.