Una nueva generación de investigadores arroja luz sobre la migración y la integración
Según las últimas estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), existen doscientos catorce millones de migrantes internacionales en todo el mundo y setecientos cuarenta millones de migrantes internos. Habida cuenta de que se espera que a lo largo de esta década prosiga el crecimiento y el envejecimiento de la población, el deterioro del medio ambiente y la intensificación de la globalización, el problema de la migración está lejos de desaparecer. Como consecuencia, la migración internacional, que ya se encuentra entre los asuntos más prioritarios de la agenda política de la Unión Europea, debe analizarse desde la perspectiva de la integración, ya que esta será esencial para la cohesión de las sociedades europeas en el futuro. El proyecto financiado con fondos europeos INTEGRIM(se abrirá en una nueva ventana) aporta su grano de arena a este análisis de la mano de un consorcio integrado por varios investigadores de alto nivel dedicados a fomentar la capacidad de investigación académica europea y la realización de estudios sobre integración y gestión de la diversidad para la elaboración de políticas, así como a promover la aplicación de tales investigaciones por parte de gobiernos y organizaciones no gubernamentales. Al aglutinar a agentes implicados con una experiencia y conocimientos incontestables en materia de políticas y procesos de integración, el proyecto INTEGRIM logró impartir formación de gran calidad sobre dichas cuestiones y contribuir a la creación de un grupo multidisciplinario e intersectorial de jóvenes estudiosos de distintos países. En palabras de Eduardo Ruiz, coordinador de esta iniciativa, «el proyecto ha supuesto un impulso considerable a las carreras profesionales de los investigadores participantes, al crear una sólida red académica de excelencia sobre migración e integración». Una contribución de gran calado Durante su periodo de ejecución, el proyecto INTEGRIM prestó apoyo a una serie de iniciativas de investigación que continúan ejerciendo un profundo impacto en nuestra comprensión del fenómeno de la migración. Se presentaron siete tesis doctorales de gran calidad, algunas de las cuales recibieron premios y aparecerán en prestigiosas publicaciones, a las que seguirán trece más a finales de 2018. «Las tesis versan sobre cuestiones muy variadas, desde exhaustivos relatos antropológicos de las condiciones de vida de los trabajadores migrantes hasta análisis jurídicos de las políticas en materia de inmigración, pasando por estudios sociológicos sobre aspectos culturales e identitarios de la movilidad o que describen el gobierno multinivel y el impacto de la migración en las ciudades», afirmó Ruiz, a lo que añadió que «todas tienen el mismo hilo conductor: el compromiso con el desarrollo de investigaciones oportunas y con relevancia política sobre los procesos de migración e integración». Crear sinergias e impulsar la cooperación Además de las tesis, varios investigadores de INTEGRIM recibieron becas para realizar su labor en distintas instituciones académicas. El proyecto es además responsable de la publicación de dos libros y más de treinta artículos académicos sobre migración e integración. Muchos de los beneficiarios de esta iniciativa aprendieron idiomas y adquirieron nuevas destrezas y herramientas metodológicas que mejorarán sus perspectivas profesionales dentro y fuera del ámbito académico. Por otra parte, se alentó a los investigadores para que colaborasen activamente en la redacción de proyectos, en revisiones por pares y en comités científicos y congresos, para de este modo adquirir una experiencia valiosa en varias actividades orientadas a la investigación. «El resultado más duradero del proyecto es la creación de una red cohesionada de investigadores jóvenes y brillantes con un gran interés en cuestiones como la igualdad social y la migración», señaló Ruiz. «Mucho después de que concluya el proyecto, estos investigadores seguirán colaborando desde distintos puntos geográficos y disciplinas académicas e impulsarán a la investigación europea hacia el futuro». Según Ruiz, INTEGRIM contribuyó a crear sinergias y estimular la cooperación, salvando fronteras entre naciones, lenguas y disciplinas. Para ello, se impartió formación y se facilitó la movilidad de los investigadores y el intercambio cultural. «En el marco de INTEGRIM los investigadores se convirtieron en catalizadores de cooperación y asociaciones que continuarán su andadura tras la finalización del proyecto», comentó.