Europa anuncia más nanocreaciones
Dada la frecuencia cada vez mayor de las discusiones relativas a las potenciales aplicaciones de la nanotecnología, resultados de investigación de toda Europa están dando vida a algunas de estas posibilidades. Así, varios investigadores alemanes han anunciado la creación de un nanofiltro capaz de eliminar toxinas de la sangre; mientras, una asociación anglo-italiana ha logrado construir el primer nanomotor. El nanofiltro, hecho de membranas de fibra hueca, elimina rápidamente determinadas toxinas de la sangre. Los poros de las paredes de las fibras huecas, que tienen un espesor de tan sólo unos nanómetros, permiten que las atraviese sólo el plasma de sangre contaminada. Un consorcio, formado por la compañía Gambro Dialysatoren, la Fraunhofer Gesellschaft y la Universidad de Stuttgart, se está preparando para efectuar los primeros ensayos clínicos. Las pruebas iniciales se llevarán a cabo en pacientes con septicemia; posteriormente se intentará eliminar el colesterol y las proteínas que generan enfermedades autoinmunes. Se prevé que este nuevo filtro proporcione diálisis considerablemente más rápidas y más baratas. Entretanto, químicos de las universidades de Edimburgo y Bolonia han creado el primer motor molecular. La máquina es unos 1.000 millones de veces más pequeña que el motor de un coche y ha sido desarrollada usando enlaces de hidrógeno. Dos enlaces son ensartados en un circuito cerrado de una millonésima de milímetro de diámetro. Los pequeños anillos se han hecho para moverse alrededor del anillo grande iluminándolos con luz de diferentes longitudes de onda, para provocar reacciones químicas que rompan los enlaces de hidrógeno. La presencia de cada anillo pequeño permite al otro moverse en una sola dirección, y cuando ambos anillos se mueven en esa dirección, se crea un motor direccional rotativo accionado con luz. "Estoy absolutamente seguro de que se harán máquinas moleculares y de que el motor rotativo que hemos creado es un prototipo que muestra cómo pueden ser impulsadas estas máquinas", comentó el profesor David Leigh a la revista Nature. "Los primeros tipos de aplicaciones serán probablemente superficies 'conmutables', esto es, materiales que cambian sus propiedades en respuesta a señales específicas, pero todavía faltan algunos años para que se materialicen estas aplicaciones, ya que aún debemos averiguar cómo 'conectar' las máquinas con el mundo exterior".
Países
Alemania, Italia, Reino Unido