Los Estados miembros no consiguen llegar a un acuerdo sobre la autorización de nuevos productos modificados genéticamente
Los representantes de los Estados miembros que se reunieron el 8 de diciembre en el Comité permanente de la cadena alimenticia y salud animal de la UE no pudieron adoptar una decisión acerca de si debe autorizarse o no la importación de un nuevo tipo de maíz modificado genéticamente. El Bt-11, una variedad de maíz dulce que ha sido modificada genéticamente con un insecticida integrado, es producido por la empresa suiza Syngenta. La decisión fue considerada por algunos como la primera puesta a prueba de los últimos reglamentos adoptados por la UE en relación a los productos modificados genéticamente. Al final no se pudo adoptar la decisión por mayoría cualificada requerida. Finlandia, Irlanda, Países Bajos, España, Suecia y el Reino Unido estaban a favor de aprobar la importación del Bt-11, pero Austria, Dinamarca, Francia, Grecia, Luxemburgo y Portugal se opusieron. Bélgica, Alemania e Italia se abstuvieron de votar. El hecho de que el Comité no consiga adoptar una decisión supone que esa responsabilidad sea transferida al Consejo de Agricultura, donde los Ministros de la UE votarán sobre la base de una propuesta de la Comisión. Si los Estados miembros fracasan de nuevo en alcanzar una mayoría cualificada, la Comisión podría tomar la decisión de conceder una autorización por iniciativa propia.