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Fast and economic insulation of buildings using robotic systems

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Los robots que colocan material aislante bajo suelo aumentan la eficacia energética

La eficacia energética es uno de los puntos principales de la agenda de la Unión Europea (UE), por lo que se está trabajando para encontrar soluciones que reduzcan el impacto ambiental y sean más asequibles. El dispositivo robótico de Q-Bot proporciona un aislamiento para viviendas más eficaz y económico, menos peligroso que las técnicas tradicionales y prácticamente sin molestias para los ocupantes.

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En el norte de Europa, la pérdida de energía en los edificios más antiguos se produce principalmente por un aislamiento térmico inadecuado que con frecuencia afecta más a las personas más vulnerables. Una de las maneras más eficaces de evitar la pérdida de energía es a través del aislamiento bajo suelo. Sin embargo, los métodos tradicionales a menudo resultan caros y molestos para los ocupantes, y pueden ser peligrosos para los instaladores. El proyecto Q-Bot, financiado con fondos europeos, ha desarrollado un pequeño dispositivo robótico que puede aplicar material aislante bajo suelo a distancia, reduciendo así los costes, las molestias y los riesgos al tiempo que se aumenta la eficacia energética. La solución de Q-Bot tiene el potencial de mejorar la eficacia energética de los edificios menos eficientes de Europa hasta en un 25 % y de reducir los costes de instalación entre un 50 y un 75 %. El proyecto financiado con fondos europeos ha diseñado y fabricado un dispositivo de demostración que ya ha colocado material aislante bajo suelo en 120 viviendas del Reino Unido y Francia. Acceso, inspección, aislamiento y, finalmente, validación El Q-Bot accede a los espacios bajo suelo a través de una pequeña abertura y, a continuación, aísla la parte inferior de los suelos flotantes de madera. El robot, que se controla a través de un «gamepad» y cuya imagen se aumenta gracias a un vídeo y sensores, genera un detallado mapa en 3D del espacio y la infraestructura bajo suelo, lo que permite al operario tomar decisiones de instalación sin correr riesgos. El aislante de espuma de poliuretano, que contiene material ignífugo y con certificación de la BBA (British Board of Agrément) específica para esta aplicación, se pulveriza en la parte inferior de la tarima y se expande para rellenar los huecos. La ventaja de este método es que se expande de manera que se adapta a la forma del suelo, tapando así cualquier hueco que pudiese dejar pasar una corriente de aire. Además, mientras se coloca el aislante bajo el suelo, se deja un orificio de ventilación entre el aislante y el suelo situado debajo, lo que permite que la humedad del suelo salga por ahí. De esta forma, se reducen la humedad y el moho. La última parte del proceso es la supervisión continua que, junto con la medición del grosor del aislante, permite al equipo verificar que el trabajo se ha completado satisfactoriamente y calcular con precisión el ahorro energético. Maddy Clifford, jefa de producto, lo resume así: «Según han comentado vecinos y clientes, se ha producido una mejora significativa de la comodidad y de la relación coste-eficacia, y valoran que la instalación no haya causado molestias. De media, los resultados muestran una mejora de un tercio en la hermeticidad de la vivienda y una reducción del 78 % de la pérdida de calor calculada a través del suelo. Q-Bot ha ahorrado una media del 15 % de la energía requerida para calentar la vivienda y hasta 350 euros al año en la factura energética». Un ahorro energético que beneficia a las personas y al medio ambiente Q-Bot contribuirá a la Hoja de ruta hacia una economía hipocarbónica de la UE en 2050, concretamente a los objetivos del 20 % de mejora de la eficacia energética hasta 2020 y del 30 % hasta 2030, así como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20 % hasta 2020 y en un 40 % hasta 2030. Tal como afirma la Sra. Clifford: «Gracias a su tecnología innovadora, Q-Bot puede ahorrar aproximadamente 35 000 kWh al año en calefacción en cada vivienda y 1 200 kg de emisiones de CO2 al año. Para las viviendas que ya forman parte del proyecto, esto se traduce en un ahorro aproximado de 4 800 toneladas de emisiones de CO2 a lo largo de los 40 años de vida efectiva del aislante. Al centrarse en viviendas en situación de pobreza energética, Q-Bot podría ahorrar más de 8 millones de euros al año de gasto a los más pobres de la sociedad, además de mejorar su comodidad y su bienestar». Ahora que los robots de Q-Bot están listos para su comercialización, el proyecto también contribuirá a la estrategia de la UE para una energía sostenible, competitiva y asequible para todos los europeos. En un primer momento, el equipo se centrará en los operadores de viviendas sociales del Reino Unido y Francia. Además, su despliegue conllevará la creación y la formación de redes sociales de instaladores, evitando así tener que trasladar equipos de contratistas para realizar el trabajo. De esta forma, los beneficios de la inversión en el parque inmobiliario se mantienen en la comunidad y la economía locales.

Palabras clave

Q-Bot, energía, aislante, asequibilidad, robot, poliuretano, bajo suelo, 3D, economía hipocarbónica, hermético, pérdida de calor

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