Los investigadores advierten de que dos mil millones de personas vivirán bajo la amenaza de inundaciones extremas en el año 2050
El número de personas que vivirá bajo la amenaza de que se produzcan inundaciones devastadoras se duplicará de aquí al año 2050, pasando de los mil a los dos mil millones de personas, si no se presta más atención a la prevención y a la predicción, según los investigadores de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU). Los científicos atribuyen el aumento del riesgo de inundaciones a las actividades humanas. Afirman que el calentamiento global ha elevado los niveles del mar y ha provocado más ciclones con más frecuencia, lo cual constituye una amenaza para los habitantes de las pequeñas islas y de las tierras bajas costeras, mientras que la deforestación, sobre todo en las zonas montañosas, ha aumentado el riesgo de que se produzcan inundaciones fluviales. Para responder a éstas y otras amenazas similares, la UNU ha abierto un nuevo instituto para la seguridad medioambiental y humana (UNU-EHS) en Bonn, Alemania, que se dedicará a investigar los desastres naturales y a mejorar la capacidad de respuesta de los países. El director fundador del instituto director, Dr. Janos Bogardi, declaró que 'los sucesos medioambientales extremos ocurren cada vez con más frecuencia y mayor magnitud en todo el mundo, por lo que ha aumentado el interés de los investigadores en los desastres naturales y en la vulnerabilidad y las capacidades de respuesta de las regiones. 'Lo que más urge para adaptarse al creciente riesgo de inundaciones es una capacidad mayor para controlar y pronosticar los sucesos extremos', continuó el Dr. Bogardi. 'Con una información mejor, se pueden instalar infraestructuras y sistemas superiores de advertencia anticipada, y se pueden establecer también nuevas estrategias de planificación'. Las inundaciones se cobran cada año la vida de 25.000 personas en todo el mundo, pero son muchas más las personas afectadas por quedarse sin hogar, perder las cosechas o contraer enfermedades que dejan las inundaciones como estela. Los países en desarrollo tienen un mayor riesgo de inundaciones, concretamente en Asia, donde 228.000 personas murieron entre 1987 y 1997 y el coste estimado fue de 136.000 millones de dólares estadounidenses (112.000 millones de euros). El Dr. Bogardi considera que esas pérdidas se pueden reducir si se presta más atención y se destina más dinero a la predicción y la prevención de inundaciones. Bogardi señala que los países se muestran genrosos en la ayuda posterior al desastre, pero que no tanto cuando se trata de prever los desastres. En concreto, gastan 100 euros en ayuda por cada euro destinado a la prevención. 'Tiene que haber un cambio en la forma de pensar internacional, hay que pasar de la reacción y la caridad a la anticipación', señaló. 'Los miles de víctimas de las inundaciones ocurridas recientemente en la República Dominicana y en Haití evidencian la extrema vulnerabilidad de los países en desarrollo', concluyó el Dr. Bogardi. En Europa, la Comisión Europea ha invertido unos 58 millones de euros durante la última década en varios programas de investigación en este campo, y actualmente está desarrollando el sistema europeo de alerta sobre inundaciones (EFAS).